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  • El Uniandino

De Resident Evil a Phasmophobia: la popular experiencia del horror en los videojuegos



Al pensar en Octubre varias cosas pueden venir a la cabeza, pero supongo que la gran mayoría relacionamos este mes con la celebración de Halloween y, en general, el horror. Dentro de los videojuegos, este ha sido un género bastante recurrente desde los propios inicios del medio un poco antes de los años 80, llegando hasta la actualidad como uno de los géneros más populares y que ha dado origen a sagas tan queridas como Resident Evil o Silent Hill. Aprovechando la temática del mes resulta interesante indagar sobre cómo se ha desarrollado la relación entre el horror y los videojuegos y por qué a día de hoy sigue siendo una combinación que atrae a un público considerable.


Es importante empezar con un breve repaso del género. Como ya lo mencioné, la relación entre el horror y los videojuegos ya tiene sus años. Desde la aparición de los videojuegos de texto (aquellos que no tienen ningún tipo de gráfico más allá de oraciones que relatan lo que sucede) ya existían intentos de crear aventuras pretendían desafiar e infligir miedo para el jugador a través del uso de, por ejemplo, monstruos y criaturas extrañas que representan una amenaza constante para el jugador. Un ejemplo es Zork (1980), en el cual una gran porción del juego se desarrolla dentro de un sistema de cuevas oscuras con la amenaza de una criatura llamada “Gure”, la cual persigue al jugador para comerlo. Si bien este juego es considerado más del género de la fantasía y el rol, este tipo de elementos como la presencia de monstruos y criaturas que acechan al jugador se volverían características predominantes del género más adelante.


Desde los 80 's, y con la progresiva complejización de los videojuegos y las consolas, el horror se establecería como un género con bastante fuerza que contaría con una gran cantidad de títulos. Primero se empezarían a desarrollar juegos con tramas y mecánicas bastante sencillas, como Mystery House (1980), el cual es considerado como la primera aventura gráfica dentro del medio, en la cual se encierra al jugador dentro de una casa abandonada con otras personas en la cual se cometen asesinatos y se debe descubrir quién es el responsable. Muchos otros juegos de horror surgieron gracias al éxito de obras producidas en otros medios como libros y, en gran parte, el cine. En particular, hay que mencionar las adaptaciones de películas bastante famosas de la época y que, en general, estuvieron dentro del género Slasher. Por nombrar algunas, se encuentran Friday the 13th, de 1980 y A Nightmare on Elm Street, de 1984, las cuales posteriormente tuvieron sus adaptaciones en la NES (Nintendo Entertainment System). A pesar de contar con una calidad cuestionable, son juegos que hacen parte de esta tradición del horror dentro del medio y que no deben dejarse de lado.


Ya en los 90s el género tendría un salto en calidad bastante considerable. Gracias a las mejoras de la tecnología requerida para el desarrollo de estos, los videojuegos de horror empezaron a manejar tramas y mecánicas más complejas, incorporar criaturas y escenarios mucho más terroríficos y, en general, empezaron a generar un miedo más profundo en el jugador. El establecimiento del género llamado Survival Horror, por su parte, nos daría entregas tales como Resident Evil (1996), el clásico juego de zombies y demás criaturas retorcidas que a través de escenarios detallados y controles algo torpes, crearía una de las mejores experiencias de horror dentro del género. También es obligatorio mencionar a Silent Hill (1999), el cual a través del uso del horror psicológico, una atmósfera incómoda y un personaje principal medianamente indefenso ante las amenazas presentadas (entre las cuales también se incluyen varias criaturas propias de una pesadilla), se convertiría en una de las entregas más queridas y exitosas dentro de este género. Esta tendencia continuaría en los 2000. Además del lanzamiento de nuevas entregas de sagas ya conocidas, han venido apareciendo muchos más juegos que puede que más de uno haya escuchado como F.E.A.R. (2005), Dead Space (2008), Amnesia (2010), Five Nights at Freddy 's (2014), entre cientos de juegos más, los cuales han ayudado a diversificar el género en términos de mecánicas e historias. En la actualidad la situación no es diferente, pues se ha venido dando una gran cantidad de lanzamientos, entre los cuales se encuentran entregas de sagas ya conocidas como en el caso del remake de Resident Evil 3; además de la aparición de algunos nuevos, como el reciente Phasmophobia, juego que trata el tema de los fantasmas y que se enfoca en el elemento cooperativo, además de ofrecer la oportunidad de ser jugado en realidad virtual, brindando una experiencia mucho más terrorífica.


Es así como el género del horror dentro de los videojuegos ha tenido bastante representación y, hoy en día, sigue siendo bastante popular. Dejando de lado los continuos lanzamientos que se realizan, es posible ver cómo es un género con una gran popularidad, lo cual se evidencia en la audiencia que tiene. En plataformas de stream tales como Twitch, en la cual se realizan transmisiones en vivo de juegos, Phasmophobia se ubica como uno de los más vistos siendo superado solo por juegos como League of Legends o el reciente Among Us. Asimismo, en Youtube la cantidad de videos y gameplays de juegos abunda; la cantidad de visitas que tienen dichos videos tampoco es despreciable. Está claro entonces que los juegos de horror son populares, por lo que es válido preguntarse sobre las razones detrás de ello. ¿Por qué este género es tan popular dentro de este medio? Pienso que la respuesta se encuentra en dos elementos: la variabilidad y libertad que permite el propio género (en términos de su desarrollo) y la inmersividad que caracteriza a los videojuegos en general.


Si hay algo que identifica a todos los juegos anteriormente mencionados es que, a pesar de estar categorizados bajo un género amplio de horror, cada uno tiene su propio estilo y hacen parte de subgéneros con diferencias considerables. Se puede tomar como ejemplo el ya mencionado Five Nights at Freddy’s y compararlo con otro como The Evil Within (2014), ambos juegos lanzados el mismo año. Mientras que el primero se vale de estrategias “directas”, como screamers que asustan por sorpresa a los jugadores, el segundo hace uso de la apariencia de los enemigos y la atmósfera en general para dar miedo de una forma “indirecta”. Más allá de los gustos de cada jugador, el punto es que ambas entregas logran su propósito de asustar a través de estrategias distintas que no deberían ser clasificadas como mejores o peores. No existe como tal una fórmula adecuada a la hora de crear un videojuego de terror, permitiendo que los desarrolladores puedan plasmar todo tipo de ideas a la vez que le brindan una mayor variedad a los distintos tipos de jugadores. A lo anterior se le suman elementos como la variedad de criaturas que hacen parte de las tramas y constituyen la ambientación general de estos juegos que pueden ser monstruos clásicos del género (tales como los zombies, extraterrestres, máquinas, entre otros); el soundtrack que acompaña a cada entrega el universo o contexto en el cual se desarrolla, etc. Estos elementos pueden variar con base en la visión de los desarrolladores. Es así como cualquier persona, independientemente de quién sea, puede encontrar un juego de horror que se ajuste a aquello que busca: si quiere algo rápido y divertido, puede acudir a cualquiera que se base en el uso de screamers y que maneje una jugabilidad más casual, si quiere algo mucho más complejo y que juegue con el miedo a partir de otros elementos más allá de la sorpresa, puede optar por otro tipo de juegos en subgéneros especializados, como el survival horror.


La otra razón de la popularidad de este género dentro de los videojuegos y que en cierta medida representa una ventaja con respecto a otros medios es la inmersividad. Aunque parezca algo obvio, el horror manejado dentro de los videojuegos es diferente en cuanto a que el protagonista de este tipo de historias ya no es un personaje ajeno, sino el jugador en sí. Ya que los jugadores son, hasta cierto punto, los que determinan las acciones del personaje principal, son capaces de proyectarse en el/ella mucho más que en otro tipo de medios como una película o un libro. Esto se ve, principalmente, en juegos de primera persona, sin embargo también funciona en aquellos que manejan una perspectiva de tercera persona, en la cual los jugadores están conscientes de las situaciones en las cuales se encuentran y tienen la obligación de enfrentar o huir de enemigos terroríficos y bizarros. En entregas tales como Half Life (1998), un videojuego de ciencia ficción y disparos que se desarrolla en un complejo científico subterráneo, el jugador es el responsable de explorar el mundo que le es presentado y quien interactúa con las amenazas que se le presentan, decidiendo si huye o se enfrenta con las criaturas que acechan el complejo. Del mismo modo, los ejemplos más claros se ven en aquellos juegos de primera persona que, en muchos casos, son compatibles con tecnología de realidad virtual. Alien Isolation (2014), juego basado en la franquicia Alien, maneja una vista de primera persona en la cual hay que sobrevivir ante la amenaza de un xenomorfo (que no puede ser eliminado). Con una jugabilidad basada en el sigilo, la experiencia propuesta por este juego no trata al jugador como un simple espectador, sino que lo hace partícipe de lo que ocurre. Es así como en los juegos de horror el jugador está en completo control de lo que pasa, dando paso a una inmersividad que difícilmente puede ser replicada por otros medios y que transforma al videojuego en una herramienta eficaz para vivir una experiencia terrorífica.



La existencia de estos dos elementos han permitido que el género del horror encuentre una oportunidad perfecta de representación en los videojuegos. El continuo lanzamiento de nuevas entregas así como la popularidad de estos muestran que son una combinación que funciona bastante bien y que cumple con su propósito de asustar e infundir miedo en las personas. La relación entre el horror y los videojuegos es una que a pesar de los años se ha mantenido completamente sólida y, probablemente, continuará así por muchos años más. En octubre es usual buscar formas de asustarse o, por lo menos, de sintonizarse con la temática del mes y los videojuegos son una gran oportunidad para lograrlo.


 

Por: Héctor Escamilla


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