top of page
  • El Uniandino

Una mirada a los capitanes

El Uniandino hizo pequeños perfiles de los capitanes de algunas de las selecciones más exitosas en Uniandes. Estudiantes que han sorteado todo tipo de obstáculos, muchos de ellos institucionales, pero que aun así lo han ganado todo.



Juan Tomás Gomez – Fútbol masculino





“Desde que tengo memoria juego con un balón en los pies”, así recuerda Juan Gómez los inicios de su pasión deportiva. Incursionó en el mundo del amor por “la esférica” gracias a su padre, quien le ha auspiciado el deporte desde el momento en que le regaló su primer balón. Hoy en día, después de 23 años de vida y cuatro años y medio de estudios de derecho, la pasión se mantiene tan ardiente como desde su primer recuerdo de fútbol en el mundial Corea del sur/Japón 2002. Juan jugó siempre al fútbol en su colegio y cuando entró a la universidad decidió probarse en la selección desde su primer semestre, su deseo de seguir mejorando y el compromiso que asumió con el deporte lo llevaron de la banca, en donde jugaba unos pocos minutos en algunos partidos, a ser el capitán de la generación de fútbol masculino que puso a la Universidad de Los Andes en el primer nacional de la historia de la selección. “La vida gira en torno a la capacidad que tenga un individuo en ser disciplinado y de entregarse por las cosas que quiere. No hay atajos y las cosas son mejores cuando se llega a ellas con trabajo”, esta es la lección que le ha dejado el deporte a Juan, quien siente que el fútbol le ha permitido ser una persona más comprometida y disciplinada. Esta última cualidad es la que más valora, pues siente que ha sido la que le ha permitido a toda una selección sin muy buenos resultados debido al bajo compromiso de sus jugadores lograr, en un periodo de tiempo relativamente corto, clasificar a las finales de ASCUN. Juan recuerda con cariño el apoyo de grandes figuras en su proceso, como sus entrenadores Diego Álvarez y Walter Murillo, quienes le han ayudado a mantener sólido un equipo dedicado y dispuesto a competir con seriedad y compromiso. En el final de su carrera universitaria recuerda con cariño estos años de crecimiento técnico en su posición como volante mixto, su recorrido de la banca a la titular y sobretodo la familia que ha creado gracias a la pasión de su vida.



Jaime Esteban Solano – Voleibol masculino





Para algunos a veces es difícil encontrar un motivo para continuar, un detonante que los impulse constantemente y les ayude a evitar desfallecer, para Jaime Solano este detonante es claro: ganar. “A mi me gusta ganar […] y con el voleibol siento que puedo ganar, soy muy competitivo”, así responde Jaime cuando se le pregunta sobre cómo ha logrado mantenerse constante y disciplinado durante más de 18 años en el mismo deporte. La sed de victoria, la necesidad de superarse cada día y el placer de sentir en su pecho el regocijo del triunfo, lo han mantenido concentrado y dedicado en aquello que lo apasiona desde su niñez. Hoy en día, finalizando su maestría en gerencia de la construcción, Jaime recuerda con orgullo su proceso en la selección, en donde ha dado todo de sí para ser el líder en el proceso de convertir a una selección “débil” de gente con buenas intenciones, pero poco compromiso, en la mejor selección de Bogotá con un equipo disciplinado. Desde su selección de universidad, en donde su madre le dejó una tarea importante: “si la selección de Los Andes no es buena en voleibol, usted la va a hacer buena”, pasando por la primera vez que quedaron campeones de CERROS en 2017 y finalmente estos últimos años en donde han sido múltiples veces campeones de ASCUN en Bogotá, el camino de Jaime ha estado guiado por una meta que ha visualizado desde pequeño: ganar. Durante su proceso ha descubierto capacidades que no sabía que tenía, el liderazgo, la confianza en sí mismo y sobretodo la capacidad de encontrar y potencializar las fortalezas de las personas. Su labor como capitán la resume de manera simple y concreta: “Lograr que todos los egos de una cancha se unan con un mismo fin”. Gracias a su ejemplo ha guiado a la selección desde los puestos más bajos hasta ser una de las selecciones líderes y referentes en Bogotá, esperando que el legado de seriedad, dedicación y esfuerzo que ayudó a construir siga vigente en la selección durante muchos años más.



 

Por: Carlos Bueno

Fotos: Sebastían Sotelo

bottom of page