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¿Por qué nos cuestionamos el porqué somos humanos?

En esta entrada, Camila Sofía Contreras Rojas, estudiante de séptimo semestre de medicina en la Universidad de los Andes, explica y analiza las razones por las cuales nos cuestionamos lo que nos hace realmente humanos.

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Al momento de indagar en lo más profundo de los conocimientos establecidos a lo largo de la historia de la humanidad, no es sencillo ignorar el enorme progreso que se ha desarrollado conforme avanzaban los años. La evolución logró trascender el aspecto físico del hombre y logró transformar y mejorar su cerebro como no se ha podido en ninguna otra especie. La capacidad ilimitada que tiene el cerebro humano para pensar, imaginar, crear, inventar y destruir es perpleja e indescriptible, y sin importar cuantas investigaciones hayan sido dedicadas en su honor, comprender su complejidad parece un sueño cada vez más lejano.


¿Qué nos hace realmente humanos? Una noble cuestión que plantearon muchos pensadores en varias épocas y momentos históricos. ¿Será la capacidad de aprender?, ¿será la capacidad de enseñar?, ¿qué tienen de especiales las conexiones del cerebro humano que le permiten ser tan complejo y fascinante? Tal vez estas cuestiones permanezcan en la historia como inquietudes sin resolver, pero cada vez el misterio parece aclararse un poco más, dejando sutiles pistas sobre su funcionamiento y belleza, para que el cerebro pueda entenderse a sí mismo.


De acuerdo con la literatura, el principio de Hebb establece que

“cuando el axón de una célula A está lo suficientemente cerca para excitar una célula B y toma parte de su actividad de un modo repetitivo y persistente, tiene lugar algún tipo de proceso de crecimiento o de cambio metabólico en una o ambas células, de modo que aumenta la eficiencia de la célula A en la activación de la célula B.” (Calbet, 2018)

Esto nos lleva a pensar que no solamente son las conexiones de las neuronas, sino sus interrelaciones y asociaciones un componente fundamental para reforzar los procesos bioquímicos y metabólicos contribuyendo con nuestro proceso de razonamiento.


Tal vez, el cerebro humano ha desarrollado la capacidad de establecer asociaciones lógicas, no solamente desde la abstracción, sino por medio de cambios físicos en la estructura celular. Hebb dice que tal vez lo que nos hace humanos tiene que ver con el proceso permanente de asociaciones que realizamos en todo momento, de lo cual se deriva la capacidad de reconocer, razonar, aprender y enseñar. Yo soy un ser humano, yo asocio mi existencia con el concepto de ser una persona y por ende me reconozco como tal. Yo nací en diciembre, asocio el inicio de mi vida con el concepto de un mes, el término de un día y la connotación de una hora. No puedo ver un mes, no puedo sentir un día, no puedo oler una hora, pero corresponde con la fecha de mi nacimiento y por ende es mi cumpleaños.


Al analizarlo de esta forma, es como si todo tomara una especie de sentido metafísico. Por eso, no podemos entender al cerebro como una unidad aislada. El cerebro en sí mismo es el resultado de un millar de asociaciones y conexiones que construyen una red intangible que relaciona todo lo que existe y no, como lo plantea la teoría de cuerdas por medio de múltiples universos. Tal vez por eso el cerebro es tan complejo, hemos analizado su naturaleza de una manera lineal y por eso hemos descartado la complejidad de su desarrollo paralelo. Tal vez lo que nos hace realmente humanos es que tenemos el poder de interrelacionar todo lo que nos rodea.


A este proceso lo llamamos, reflexión, aprendizaje, matemáticas, pero todo se resume en este enorme poder de entender al mundo, no a partir de un millar de conceptos aislados, sino como una única red de relaciones y asociaciones que no tiene un principio ni un final. Es como si el universo fuera transcrito en un modelo cíclico cerrado, que nuestro cerebro puede interpretar.


Analizando con detenimiento, no importa realmente dónde comience la compresión de cualquier concepto, puede ser desglosado pero no puede ser aislado por completo y por eso somos humanos. Imagina un vaso de agua. Tal vez al comienzo, al escuchar esas palabras, otros conceptos vengan a tu mente automáticamente, como cocina, comedor, líquido, mesa, porque un nombre no abarca un solo concepto: implica la oportunidad de crear una asociación, otro concepto, a partir de este. Si te digo que imagines el vaso sin agua en un espacio blanco y vacío, las asociaciones comienzan a formarse, aunque no seamos conscientes de eso: el plástico, el vidrio, el dibujo sobre el papel o en el computador.


Nuestro cerebro no puede aislar, pero sí puede crear, interconectar, asociar. Tenemos la capacidad de crear a partir de lo sencillo conceptos y definiciones francamente complejas y tangibles a pesar de que se deriven de lo abstracto. Según Hebb, podemos darle muchos nombres, pero este poder individual y colectivo es lo que nos hace humanos. El poder sentir, el ser libres, el poder imaginar, y traspasar los límites de la realidad. En el poder soñar, sentir, definir, aprender, enseñar…podemos establecer una cantidad ilimitada de sinónimos puesto que, al igual que nuestro cerebro, no podemos desprendernos de su concepto. Somos humanos porque nuestro cerebro reconoce patrones, interrelaciona, asocia y literalmente conecta. Nuestro cerebro nos reconoce como tal porque tiene el poder para asociarnos de esa manera. Somos humanos porque tratamos de entender al cerebro, y tratamos de entender al cerebro porque somos humanos.


Bibliografía

Calbet, J. (14 de marzo de 2018). El principio de Hebb con una analogía. Psicología y neurociencia. Obtenido de https://neuroquotient.com/: https://neuroquotient.com/psicologia-y-neurociencia-el-principio-de-hebb/


 

Por: Camila Sofía Contreras Rojas, estudiante de séptimo semestre de medicina en la Universidad de los Andes


*** Blogs El Uniandino es un espacio abierto a la comunidad que ofrece el periódico El Uniandino para explorar temas nuevos, voces diversas y perspectivas diferentes. El contenido se desarrolla por los colaboradores con asesoría del equipo editorial del periódico

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