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El “manual” de aplicación a posgrado

En esta entrada, tres egresadas uniandinas y estudiantes de maestría nos dan algunas consideraciones importantes para tener en cuenta antes de tomar la decisión de aplicar a un posgrado.


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El proceso que vivimos en la universidad durante el pregrado nos motiva a algunos a seguir por el camino de la academia y considerar que una vez culminamos el pregrado necesitamos algo más. Es en ese momento cuando se considera realizar un posgrado, ya sea entrar a una maestría o un doctorado. En algunos casos se cree que al culminar esta etapa estaremos mejor preparados para el entorno laboral y quizá obtengamos mejores retribuciones económicas. También, puede ser por un interés apasionado en la investigación y la academia, donde una vez obtengamos este título pueda acercarnos un poco más a ser quienes deseamos ser. Es posible que estas razones sean las que constituyen una motivación primordial. Sin embargo, hay factores que no se suelen tener en cuenta y juegan un papel fundamental a la hora de tomar la decisión de realizar un posgrado.


Al iniciar este proceso usualmente empiezan a surgir incógnitas como cuánto dura el posgrado, qué cursos deben verse, cuáles son los requisitos de grado, en qué institución se quiere realizar y bajo la dirección de qué profesor. Sin embargo, estas no son las únicas preguntas esenciales en el proceso. Dado que estar en un posgrado va más allá de los formalismos académicos, entre ellos se encuentra la preparación emocional, psicológica, la tolerancia al fracaso, el cambio cultural, el estar lejos de la familia, los costos de vida, la financiación de los programas y el tedioso síndrome del impostor.


El síndrome del impostor se trata de la sensación de que no se merece estar en la posición actual o sentir que no se es capaz de hacer algo, pero que todos los demás sí lo son. Por ello, antes y durante un reto como el posgrado es necesario considerar de una forma más holística las implicaciones que tienen en nuestro diario vivir y buscar la ayuda apropiada. Una forma de hacerlo es hablar con personas que hayan pasado por este proceso, esto puede aliviar las dudas que se presenten y poder tomar decisiones con mejor información.


Entre los estudiantes de posgrado es frecuente sentirse identificado con al menos uno de los factores anteriormente mencionados. Tal como es el caso de un estudiante de la universidad el cual antes de culminar su pregrado estaba seguro de querer realizar un doctorado en una de las mejores universidades de Estados Unidos. Una vez trazada la meta conformó un plan y se preparó para los exámenes, las entrevistas y mucho más. El último año de la universidad para este estudiante, consistió en el equilibrio crítico entre sobrellevar el cansancio de culminar un pregrado y la preparación para iniciar un posgrado lejos de lo que era su vida actual. Fue un alivio cuando logró ser aceptado en una de las universidades a las que aplicó, pero éste fue sólo el primer paso de una serie de cambios que implicaba esto. Entre esos, el lugar y los cambios culturales los cuales requirieron una rápida adaptación. Él no había pensado en cuán complejo sería estar lejos de casa, con costumbres diferentes. Así lo que empezó como un proceso de ensueño pasó a ser una carga emocional inesperada, lo cual llevó al estudiante a reflexionar sobre qué es lo realmente esencial al ingresar a un posgrado. Fue en ese momento, que el estudiante comprendió que los aspectos académicos no son los únicos factores relevantes a la hora de tomar esta decisión.


Gracias a su experiencia, este estudiante nos da algunas consideraciones importantes para tener en cuenta antes de tomar esa decisión:

1. El proceso de aplicación es largo (6 meses o más), que requieren de paciencia, preparación y planificación. Es necesario revisar los requisitos, los trámites de viaje, el requisito de idioma, los exámenes de clasificación, cartas de recomendación, carta de presentación, entre otros documentos a preparar.


2. Es importante preparase para los exámenes, dependiendo de las preferencias puede ser de forma autónoma o con cursos. Puede ser bueno tener compañía en este proceso, en especial cuando son personas que tienen metas similares.


3. Es recomendable tener una buena salud mental y psicológica antes y durante este proceso. Ya que es la pieza fundamental para poder abordar este proceso de la mejor manera. Es complejo, pero siempre hay herramientas disponibles como ir a terapia (hay que abandonar ese tabú).


La salud mental no es algo vano o innecesario, porque va a determinar nuestra resiliencia a la gran cantidad de cambios y retos que implican un posgrado. Por lo cual, es mejor que haga parte integral durante todo el proceso.


4. La salud física también debe ser una prioridad. Es ampliamente conocido los beneficios de las actividades físicas, que van desde un mejor manejo del estrés a tener un mejor estado de salud.


5. El proceso de aplicación a un doctorado es costoso, usualmente debe realizarse un pago para que la universidad considere tu aplicación. Ten a la mano esos costos y verifica que posibilidades tienes. Consulta también oportunidades de apoyo financiero, un ejemplo de esto son las becas Fullbright que ayudan al financiamiento de las aplicaciones que van de la mano con una aplicación previa y condiciones particulares de la beca.


6. Dado que el proceso de admisión es complicado, siempre es bueno tener más de una opción. Aplicar por lo menos a dos instituciones o programas es buena opción.


7. No olvides revisar programas en la misma universidad o en el país en el que te encuentras, puede que no hayas contemplado todas las posibilidades.


8. Busca apoyo con tu familia y amigos más cercanos. Ya que no es un proceso fácil, requieres motivación y apoyo emocional. Estar acompañado en momentos así es muy importante.


9. Un posgrado no solo te prepara para ser más competitivo en un área, genera cambios en todas las áreas de la vida personal.


10. Debes estar preparado para las respuestas negativas, pese a que has pasado por un proceso complejo no quiere decir que no puedes volver a intentarlo. Pero puedes buscar asesoría para ver que puede estar fallando en el proceso y volver al ruedo.


11. Hay que considerar factores del lugar donde lo vas a realizar como el idioma, las condiciones climáticas, el campus, el programa, los profesores, el nivel de diversidad en la universidad y muchos más.


12. Si tienes la oportunidad de hablar con estudiantes que ya han pasado por este proceso en la misma universidad hazlo. Ellos pueden hablarte sobre su experiencia académica y personal.


13. Si bien no es necesario en algunas instituciones pasar por una maestría para hacer un doctorado. La maestría puede prepararte para afrontar el doctorado con madurez académica.


14. Un posgrado es un camino y no el fin. Después de graduarte seguirás un camino profesional en el que aún faltará mucho por forjar. Pero tendrás ventajas para enfrentar retos académicos o profesionales.


15. Ten en cuenta las oportunidades laborales que vienen después del posgrado. Consulta con personas que ocupan ese trabajo que quisieras realizar en el futuro y averigua si el posgrado que escoges te lleva por ese camino. También, es importante considerar si el posgrado es la única manera de llegar a tus metas.


16. Es muy importante conocer a tu director no solo por su trayectoria académica sino cómo es su personalidad y su relación con sus estudiantes. Aspectos como el tiempo de dedicación a sus estudiantes, sus capacidades como mentor, el nivel de empatía, su preocupación por la salud mental y física de sus estudiantes van a influir en la calidad del proceso del posgrado. Del mismo modo, depende de ti si quieres trabajar en un grupo pequeño o grande o si quieres trabajar con un investigador joven o uno con mayor experiencia.


17. Revisa los programas del posgrado de acuerdo con tus afinidades académicas, pero también pensando un poco en el futuro, a dónde quieres llegar, en dónde quieres trabajar, por qué ese tema te apasiona. Después de todo, el posgrado son 4 años en el que te vas a especializar en ese tema, y no debe ser una elección tomada a la ligera.

Es posible que haya muchos factores que se nos escapan, pero esperamos que estos puedan ser de utilidad en este proceso. Es importante considerar que tomar la decisión de hacer un posgrado porque es un sueño y te puede llevar a donde quieres. En la academia, continuar con el posgrado puede verse como un proceso natural y necesario, por lo cual es necesario considerar si en realidad es lo que se necesita y lo que se quiere para el desarrollo profesional.


Por lo cual es necesario que dejemos de ver el posgrado como un requerimiento más académico y dejemos un espacio de reflexión hacia dónde queremos llevar nuestras vida. Al final, el posgrado no va a definir lo que somos y a dónde vamos a llegar, pero sí esta es nuestra elección es mejor inicial de la mano de las personas más cercanas y con el consejo de personas que ya han pasado por nuestros mismos pasos.


 

Por: Laura Cabrera: Microbióloga de la Universidad de Los Andes y estudiante de maestría en Ciencias biológicas.

Carol Melo: Bióloga y química y estudiante de maestría en química en la Universidad de Los Andes.

Alejandra Rodríguez: Microbióloga de la Universidad de Los Andes y estudiante de doctorado en fitopatología de la la Universidad de Cornell.


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