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  • El Uniandino

Ni claro, ni oscuro, un café bien tibio por favor.

Santiago Cruz es Ingeniero Industrial de la Universidad de los Andes y observador preocupado de la realidad. Aquí su columna "Ni claro Ni Oscuro. Un café bien tibio por favor". Para contestar la columna envíe su propuesta a periodicoeluniandino@gmail.com.


Este año es de mundial y visto que la alergia de nuestra selección a meter goles muy probablemente los ha dejado fuera de la competencia, podemos ahora pensar en el otro gran torneo del 2022, las elecciones presidenciales. De la misma forma en que la Selección Colombia siempre deja su clasificación para las últimas fechas, los principales pactos, alianzas y coaliciones también dejaron para último minuto definir las caras que estarán en el tarjetón electoral. La Coalición Centro Esperanza no ha logrado dar un mensaje de unidad concreto, situación que se vio empeorada con la salida de Ingrid Betancourt. El Equipo por Colombia parece tener sus cinco precandidatos definidos, pero este pacto parece más bien una colección de políticos populares únicamente en las regiones que gobernaron o donde han tenido influencia. El Centro Democrático se curó de las discusiones y escogieron a su candidato mediante una consulta interna, en la que Óscar Iván Zuluaga salió ganador venciendo a Maria Fernanda Cabal, Paloma Valencia y otros personajes pintorescos del partido. Con la imagen favorable de Uribe en un bajo 19% veo complicado que retengan la Casa de Nariño.


Por otro lado, el Pacto Histórico, del que claramente Gustavo Petro será candidato tras la consulta, es por lejos el más diverso de la contienda, incluyendo a Francia Márquez y Arelis Uriana. Es tan diverso que han recibido a Alfredo Saade para que haga parte de la consulta, un pastor cristiano de izquierda, pueden buscar en Google para confirmar que no es fakenews. Petro realmente se ha moderado, recorriendo iglesias y hasta anunciando una visita al Papa Francisco. Somos el país del sagrado corazón hasta el punto de que los candidatos de izquierda se vuelven devotos por los votos. Puede ser que esta súbita moderación en el discurso de Petro se deba al independiente Rodolfo Hernández, el ingeniero santandereano exalcalde de Bucaramanga con un fuerte discurso anticorrupción que le ha permitido escalar en las encuestas. Ya Petro no puede continuar vendiéndose como el enemigo #1 de la política tradicional. Sin embargo, es complicado clasificar a Rodolfo, el santandereano ha dicho que admira a Uribe y que en una segunda vuelta votaría por Petro. Esas son palabras que a muchos colombianos nos confunden, pero que lo han llevado al segundo puesto en las encuestas aun siendo técnicamente un desconocido.

Normalmente en año de elecciones está el mundial para distraernos entre la primera y segunda vuelta presidencial, sin embargo, debido al calor abrasador de Qatar se ha asegurado que entre los meses de junio y julio nuestro entretenimiento venga exclusivamente de las elecciones presidenciales. De hecho, de cierta forma me alegra que nuestra Selección no haga parte del mundial de este año. Se estima que de 2011 a 2021 murieron más de 6500 trabajadores en Qatar, y aunque el gobierno sede del mundial afirma que estas muertes fueron principalmente naturales, es complicado no relacionarlas con las ya comprobadas pésimas condiciones de los trabajadores. Qatar utiliza un sistema de empleo denominado Kafala, en el que un patrocinador ayuda al trabajador a obtener su visa, y se puede decir que a cambio recibe el alma de un migrante en busca de oportunidades. A pesar de ciertas reformas el patrocinador todavía puede restringir al trabajador de salir del país o de buscar otro trabajo hasta por periodos de 5 años. Slavery with extra steps. Rápidamente uno se puede dar cuenta que el VAR está lejos de ser lo más malvado que ha hecho la FIFA.


Hablando de países que no deberían buscar ser anfitriones de competencias deportivas de talla mundial está Colombia. Aunque ahora Iván Duque se ha comprometido a apoyar el sueño de tener un premio de la Fórmula 1 en Barranquilla. A sólo 6 meses de concluir lo que muchos colombianos han llamado el “peor mandato de la historia”, nuestro presidente continúa con su comportamiento inconexo con la realidad del país. Parece estar perdido en la nebulosa, cuesta encontrar los logros en su gobierno en medio de sus muchas alocuciones que no llevan a nada. Sus hitos, el programa de vacunación o la recuperación económica en el contexto de la pandemia, se ven opacados por la gestión de miembros de su gobierno o aun peor, por sus palabras. Son pocas las veces en las que se pueda escuchar a Marta Lucía Ramírez o al ilustre fiscal Barbosa dirigirse a un público y decir algo que le dé luz al gobierno actual. Ver como la fiscalía presume haber resuelto el caso de Mauricio Leal, con Barbosa jactándose que hubieran podido resolver el caso Colmenares en 25 días, da la impresión de que están logrando tan poco que la oportunidad de mostrar un caso relevante se torna razón de revuelo. ¿Dónde está esa eficiencia y afán de mostrar resultados con las masacres y asesinatos de líderes sociales? En lo que va corrido del año se han presentado 13 asesinatos y 13 masacres. Pero bueno, por lo menos Marta Lucía se está quejando del pésimo servicio de Avianca.


Pareciera que el gobierno actual tiene una incapacidad para reconocer que están haciendo algo mal, ante las críticas la primera reacción es desestimar. Justo como pasó recientemente con el informe de la FAO que situaba a Colombia al nivel de países como Yemen, Etiopía o Sudán en términos de seguridad alimentaria. Primera reacción, pedir que retiren al país de la lista y mostrar cifras que demuestren lo contrario. La FAO rápidamente salió a aclarar que posiblemente no presentó la información de la mejor manera. Pero igual, esto no fue que los señores de la FAO un día se despertaron diciendo “que mal que está Colombia, hagamos un informe”. Según la ANDI el 54% de los hogares colombianos sufre de inseguridad alimentaria y para junio de 2021 el 30% de los ciudadanos del país no pueden comer tres comidas al día. Les duele reconocer que en su labor hay errores y es esa soberbia la que nos tiene contando emocionados los días restantes de este gobierno.


Nos han dejado nuestras expectativas tan bajas que las sorpresas de este año electoral genuinamente me emocionan.



 

Por: Santiago Cruz. Ingeniero Industrial de la Universidad de los Andes y observador preocupado de la realidad.


***Esta columna hace parte de la sección de Opinión y no representa necesariamente el sentir ni el pensar de El Uniandino.




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