Se trata de “MAAD 101: más allá de lo normalizado”, que será obligatorio para toda la comunidad uniandina (estudiantes, profesores y administrativos), de acuerdo con la directriz aprobada en la sesión del 12 de agosto del Consejo Académico.
La implementación del curso se realizará en cuatro etapas. La primera empieza hoy, y la idea es que la última se lleve a cabo el 30 de marzo de 2023. Para los estudiantes y empleados nuevos el curso hará parte de su proceso de inducción y será un requisito para integrarse a la universidad, mientras que los miembros antiguos podrán cursarlo de forma progresiva hasta el 2023. Las etapas específicas dependen en gran medida de cada facultad, programa y currículo.
“El propósito del curso es aportar a transformaciones culturales y sociales que eviten la ocurrencia de estas conductas, y dar vía a su manejo por parte de la universidad y de la comunidad”, le explicó a El Uniandino vía correo electrónico Margarita Gómez, Obmudsperson de Los Andes.
“MAAD 101” —que comparte nombre con el protocolo MAAD, creado para atender violencias de diferente naturaleza— es el resultado del trabajo conjunto entre la oficina de la Ombudsperson, el comité MAAD, Conecta-Te (oficina encargada de virtualizar cursos, entre otras cosas) y distintas iniciativas estudiantiles como PACA y No es Normal.
Para Amalia Uribe-Guardiola, miembro de No es Normal, tener un canal de formación institucional y obligatorio es muy importante: “Hasta el momento éramos las colectivas, y las personas trabajando en torno al comité, las que teníamos esa información. Es fundamental que toda la comunidad conozca el funcionamiento del protocolo y tenga la habilidad de identificar las conductas MAAD, de prevenirlas y de saber cómo activar la línea en caso de que sea necesario”.
El curso, que será completamente asincrónico y virtual, requiere de 4 horas para completarse, según los pilotos realizados hasta el momento. Su contenido se dividirá en 10 módulos que contienen en total 59 actividades diseñadas para formar en la detección, prevención, y denuncia de varias formas de violencia —incluída la basada en género—.
“Recomendamos que estén atentos y atentas a su correo para verificar si entran en la primera fase. Es un trabajo de todos y todas que cumplamos con nuestra meta y toda la universidad diga no más a todas estas violencias y discriminaciones”, termina diciendo la funcionaria Gómez.
Por: Stephanie Vargas Rojas