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  • El Uniandino

La fiesta del CEU se hará sin las recomendaciones del comité de expertos “Comunidad Segura”

En medio del cauteloso retorno al campus, expertos consultados por El Uniandino afirman que un evento de tales características no se debería realizar. Además, en parte porque no están obligados, los organizadores de la fiesta no consultaron con el comité “Comunidad Segura”.


Mientras tanto, en Los Andes ya se planean encuentros similares, como el anunciado por la facultad de Derecho para el 3 de septiembre.



Hoy jueves 19 de agosto, desde las 2:00 pm hasta las 3:00 am, en el gastrobar Bambulé, se realizará la fiesta “¿Qué más pues? Perreando de vuelta al campus”, organizada por el Consejo Estudiantil Uniandino (CEU). Ya se vendieron todas las boletas, que completan un aforo de 300 personas. Sin embargo, tres expertas le dijeron a El Uniandino que un evento de tal magnitud no debería hacerse.


Martha Vives, profesora del departamento de ciencias biológicas e integrante del comité “Comunidad Segura” de Los Andes, el cual apoya la implementación de estrategias de bioseguridad durante el regreso al campus, nos dijo que la fiesta “está en contra de la recomendación del comité”. Por su parte, los organizadores insisten en que se cumplirán los protocolos de bioseguridad.


“El que quiera algo más tranquilo puede llegar a las 2:00 pm, almuerza, y se va temprano. Habrá menos personas, pero no se perderán del evento. El que quiera farrear, llega más tarde”, nos dijo María Fernanda Martín, directora de eventos y logística del CEU. Respecto a las medidas de bioseguridad, la organización estudiantil ha recomendado a través de sus redes sociales el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento físico. “Tenemos distanciamiento de las mesas para que los asistentes estén sentados con su grupo más cercano”, agregó Martín.


Natalia Ávila, estudiante de quinto semestre de arte y diseño, es una de las personas que, junto con tres amigos, asistirá a la fiesta. “Toda mi familia está vacunada y yo tengo la primera dosis, lo que me tranquiliza un montón. Estoy pendiente de estar en mi grupo, lavarme las manos, y tener el tapabocas bien puesto, entonces no me preocupo tanto por el COVID”, nos dijo.


A pesar de las medidas de bioseguridad propuestas para la fiesta, para Andrea Ramírez, epidemióloga y profesora de la facultad de medicina de Los Andes, “en los lugares en donde uno se quita el tapabocas se es más vulnerable; si hay más personas sin máscara, son lugares de alto riesgo. Y si se come y se bebe, mucho más”. A Ramírez también le preocupa que el país acaba de salir del tercer pico de la pandemia, y que la variante delta representa un riesgo mayor hoy por hoy.


Lo mismo opina Maribel Arrieta, epidemióloga y miembro de la junta directiva del Colegio Médico de Bogotá: “En el contexto de la pandemia esa fiesta es totalmente inoportuna, y más con la variante delta. Es una equivocación”.

La profesora Vives nos dijo que este tipo de eventos son preocupantes para el comité “Comunidad Segura” porque “no tenemos información suficiente para estimar el riesgo que corren las personas que asistan, sus familias y la comunidad de la universidad”. Sobre la situación epidemiológica de la universidad, señala que el escenario actual es positivo pues “hay un sistema de vigilancia que nos ayuda a mantener los casos muy bajos”. Justamente por esta razón, para Vives, una reunión de tan larga duración, con tantas personas, y en donde habrá alimentos y bebidas alcohólicas, no debería realizarse. “Nadie puede prohibir que se hagan fiestas, pero es distinto cuando haces una fiesta con tres amigos y sus parejas, a una fiesta de 300 personas”.


“Inicialmente pensamos hacer un brunch, pero cuando la alcaldía de Bogotá dio permiso para que los bares retomaran actividades, bajo los parámetros de bioseguridad, extendimos la hora del evento”, aclara la estudiante Martín. Además, dice que la fiesta está pensada para recaudar fondos para las próximas actividades del CEU: el día del estudiante, la semana de bienestar y la semana de la sexualidad, entre otros. “Obviamente hay que seguir cuidándose, y hay cosas que se pueden poner en discusión. Nosotros tampoco queremos volver a clases virtuales, por eso estamos invitando a que la gente sea muy consciente del autocuidado”, agrega Martín.


Este mensaje, que para la experta Arrieta no es suficiente, ya hizo mella en los estudiantes. “El hecho de que sea el CEU quien lo esté organizando me da más tranquilidad. Son estudiantes de la universidad los que están teniendo en cuenta los protocolos, y a su vez dan la esperanza de que todo estará un poco más normal”, dice la estudiante Ávila sobre sus razones para asistir. Sin embargo, la organización estudiantil parece haberse quedado corta en el tipo de medidas que están tomando para mitigar el riesgo por la transmisión del virus, de acuerdo a la opinión de las expertas consultadas por este periódico.


“Con mucho gusto hubiéramos hecho las recomendaciones del caso, pero no supimos de la fiesta sino durante el fin de semana”, nos dijo la profesora Vives sobre el rol que jugó el comité de expertos “Comunidad Segura”. Este equipo, creado por la universidad para mantener un retorno a la presencialidad sin brotes masivos del virus, nunca recibió una solicitud del CEU para ayudar a planear el evento.


Vives nos explicó un par de recomendaciones mínimas que se deberían seguir y que, según supo El Uniandino, no se consideraron durante la planeación del evento. “Las personas que decidan asistir a esta fiesta, que está en contra de la recomendación del comité, deberían hacer un aislamiento de 14 días para evitar contagiar a la comunidad universitaria y a las personas con las que conviven”. También sugiere que se lleve un registro de los asistentes y que se comparta dicha lista con el comité, “no para que se considere algo punitivo, sino para poder monitorearlo. Esa sería la manera responsable de enfrentarse a una situación como esta”, sentencia Vives.


Para la epidemióloga Arrieta, en una fiesta tan grande es muy difícil tener las precauciones correctas: “Ahí no se guarda ninguna norma de bioseguridad, se den las recomendaciones que se den, y aún sin tragos”. Según la médica, lo mejor habría sido que el evento fuera en un espacio totalmente abierto, y hacer algún tipo de rastreo del virus en los días posteriores. “Mi recomendación es tomar la decisión más prudente, y una fiesta de ese tipo no es nada prudente”, concluye Arrieta.


“Yo probablemente estaré muy estresada ese día, pero intentaré infinitamente que los protocolos de bioseguridad se mantengan. Algunos escribían [en redes sociales] 'bailen, gocen, y cuidense', creo que ese es el mejor mensaje que les puedo dejar”, termina diciendo Martín.



 

Por: Liliana Cuadrado





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