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  • El Uniandino

“Calambre” de Nathy Peluso: ¿Cuándo el referente se vuelve apropiación cultural?



Llevo varias semanas dándole vueltas al primer larga duración de la cantante argentina Nathy Peluso que fue lanzado el pasado primero de octubre. La forma en que fue producido y los ritmos que se fusionan en varias canciones es increíble, pero, al escucharlo y además al ver algunas de las discusiones que se han dado en redes, no puedo evitar sentir un sinsabor al descubrir todos los ritmos y referentes de los que se apropia y que se disfrazan de inspiración. En definitiva es un álbum que, si bien no deja de sorprenderme por la versatilidad de géneros musicales, me inquieta en el uso de melodías y ritmos de artistas como Nas, Erykah Badu, The Roots o su escandalosa apropiación del estilo vocal de la MC Hurricane G.



Dentro de su álbum, Nathy transita por varios géneros musicales, por eso tengo que empezar contándole la cantidad de referentes que se puede encontrar, empezando con “SANA SANA” que, si bien no abre el álbum, fue el single más importante dentro del lanzamiento y un gran abrebocas de lo que sería “Calambre”. Es una canción explosiva y en definitiva es abrumadora la forma en la que la artista se apropia de los sonidos de Hip-Hop de los 90s, tomando varios instrumentales básicos usados por grandes artistas del género como Nas, ofreciendo un beat rápido, acompañado por una letra contestataria. En “SANA SANA” es evidente la forma en que Peluso ha apropiado el estilo de rapear de Hurricane G, perpetuando los ideales blancos de como suena e incluso, como luce una mujer afro-boricua, fetichizandola. Sumado a esto, una de las grandes polémicas que se dio en internet fue gracias al uso del beat de “Excellent” de la rapera neoyorquina Princess Nokia, artista que, al igual que Peluso, ha sido acusada de apropiación cultural debido a que en “Young girls” y “Brujas” fetichiza los rituales y creencias de las comunidades Tainas. Este juego de ritmos del Hip-Hop de los años 90 y principios de los 2000 vuelve a presentarse dentro de “BUSINESS WOMAN”, cuyo ritmo me permitió remitirme a canciones como “It was a good day” de Ice Cube. En cuanto a la letra de esta canción, es un clásico de Nathy Peluso, una forma de reivindicación personal y profesional frente al género.


Luego de canciones tan rápidas y con un estilo tan puntual como “SANA SANA” y “BUSINESS WOMAN”, Nathy Peluso nos lleva al mundo del neo soul con un aire melancólico en “BUENOS AIRES” canción por la que fue nominada en las categorías de mejor nuevo artista y mejor canción alternativa en la edición 2020 de los Latin Grammy. En “BUENOS AIRES”, además de aventurarse en los ritmos propios de artistas como Erykah Badu o The Roots, da cuenta de una capacidad vocal muy melódica, en donde crea una especie de oda musical a Buenos Aires, ciudad donde fue criada. Pero la influencia del neo soul es especialmente evidente dentro de “LLAMAME”, cuyo beat remonta directamente a grandes canciones como “Can’t take my eyes off of you- (I love you baby)” de la magnífica Ms. Lauryn Hill, reforzado por un fragmento rapeado de líricas en inglés, donde además Nathy no solo sigue por la línea de lo melódico, sino que agrega un ritmo mucho más fluido.


Quizás una de las canciones donde mejor se integra la versatilidad de géneros musicales con la que viene cargado “Calambre”, es “AMOR SALVAJE”, donde de nuevo la artista empieza la canción con unos ritmos inclinados hacia la base clásica del Hip-Hop norteamericano de los noventa, para después, en la mitad del segundo verso, lanzarnos con ella a un beat de reggaetón, coherente y cohesivo con toda la narrativa sonora de la canción. Sin duda siendo una de las grandes sorpresas dentro de todo el álbum, es una pieza que por la forma en la que fue producida logra sorprender a quien la escucha, está meticulosamente elaborada en servicio de los dos ritmos que maneja en simultáneo.


Todas las sorpresas que Nathy nos da dentro de “Calambre” vienen de “AMOR SALVAJE” en adelante, donde se da una ruptura de la narrativa sonora dentro de los géneros que venía manejando a lo largo de las 8 canciones anteriores, para presentarnos un lado mucho más experimental, una especie de aproximación encaminada hacia la música popular latinoamericana que finalmente explota en “PURO VENENO”, donde explora la salsa.


Sin duda alguna “Calambre” es una apuesta arriesgada para un primer larga duración, apuesta que salió bien producida y curada y en la que la artista da cuenta de la versatilidad de géneros en los que se puede adentrar. Por supuesto es un álbum que ha desatado una gran polémica y basta con leer en esta columna todos los referentes que van surgiendo mientras se escucha “Calambre” para que entendamos por qué ha sido acusada de apropiación cultural. Acusaciones que han llegado desde 2018 con el lanzamiento, de “La Sandunguera”, su primer EP y del cual varios usuarios de Twitter hicieron evidente por primera vez como Peluso se apropiaba no solo del ritmo, sino del estilo vocal de rapear de la MC afro de origen puertorriqueño Gloria Rodríguez, mejor conocida como Hurricane G en la canción “El Barrio” de su único álbum “All Woman” de 1997.


Incluso, las críticas han señalado la forma en que Peluso fetichiza la cultura afro, llegando a oscurecer su color de piel para la presentación de “SANA SANA” en Colors, hasta apropiar el habla de culturas como la cubana y puertorriqueña, siendo que Nathy Peluso es argentina, radicada en España, tal como lo hizo evidente @jenniferpaarker en Twitter, quien en todo un hilo en la red social expone las diversas formas de apropiación de la cantante argentina. Aunque la producción de “Calambre” es una de las más impresionantes que he oído últimamente, la apropiación y además la caricaturización de las voces afrolatinas y afrocaribeñas empaña el trabajo detrás del álbum, expone evidentemente el privilegio blanco de Nathy Peluso y la complicidad racista de la industria musical.


 

Por: Carolina Sánchez-Rojas. Estudiante de Literatura y Diseño en la Universidad de los Andes.


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