La juventud es una etapa de la vida que ha sido explorada bastante en el cine. No es sorprendente pues esta es emocionante ya que está llena de primeras veces y oportunidades nuevas, así como de amistades que podrían ser las más importantes durante la vida, del primer enamoramiento, la primera salida, la primera ventana de algo de libertad. Este periodo de tiempo está entre la niñez y la adultez, es decir que hay una transición entre ser una criatura pura, inocente e ignorante, a una seria, madura y sabia. Es por esto que las películas que usan esta definición de juventud son usualmente más ligeras, a pesar de que haya obstáculos en el camino de los personajes de estas películas, al cierre de ellas los jóvenes terminan encontrando la felicidad llenos de esperanza. Para poner un ejemplo más bien común de este tipo de filmes se puede pensar en la trilogía de High School Musical.
Resulta obvio que las definiciones utilizadas anteriormente no son particularmente ciertas, muchos niños no necesariamente son ignorantes ni inocentes y está más que claro que ser un adulto no significa ser maduro o sabio. Por lo tanto, la juventud es más complicada y profunda de lo que se podría mostrar, quienes se encuentran en la primavera de la vida están llenos de dudas, pues enfrentarse a algo por primera vez puede dar miedo ya que no hay forma de tener conocimiento acerca de lo que vaya a suceder. En este momento se pide que definamos lo que haremos el resto de nuestras vidas, no solo en el sentido de la vocación sino también se pide que se defina la clase de persona queremos ser. La felicidad a la que se llega al final del tipo de películas que tratan la juventud encantada no es obvia para todos los jóvenes ya que puede que ellos no estén “encantados”.
Lo anterior nos lleva a la pregunta, ¿por qué la juventud de alguien se desencantaría? Quizá porque la adultez representa demasiados temores, quizá porque nada salió como uno quería que saliera, quizá porque no se encontraron buenas amistades, amores o simplemente porque, quizá, nunca estuvo encantada. Justamente es entorno a este último punto que gira la película Mysterious Skin (2004). En este filme la infancia de los dos personajes principales fue manchada de manera tan atroz que los definió como personas. El acto en cuestión: la pedofilia.
Ambos personajes fueron afectados de maneras muy distintas, pero igualmente severas. Brian Lackey (Brady Corbet) quedó estancado en profunda negación durante la mayor parte de su vida, pues su cuerpo rechazó de tal manera el acto que lo borró de sus recuerdos, dejándole la sensación de que algo importante había sucedido y llevándolo a obsesionarse con querer saber qué sucedió. Durante el verano del suceso este niño también creía haber presenciado un OVNI y por esta razón se convenció que había sido raptado por seres fuera de este mundo y que ellos lo habían examinado.
Nuestro segundo personaje Neil McCormick (Joseph Gordon-Levitt) recibió esta experiencia de una manera completamente distinta. Para él estuvo lejos de ser un trauma. Para él fue su primer amor y fue un amor tan fuerte que hizo que jamás pudiera sentir lo mismo por cualquier otra persona. A su vez, desligó el acto sexual completamente del amor a tal punto que desde muy temprana edad vendió su cuerpo a otros hombres siempre mayores que él. Incluso su mejor amiga de toda la vida y la que considera su alma gemela describe a este personaje como alguien que en vez de tener corazón tiene un hoyo negro.
Brian y Neil son representados como dos caras de la misma moneda. El primero es un joven de pelo claro donde la película lo representa como una figura inocente, cualidad transgredida durante la violación. Aquello que le hicieron fue tan intenso que su pureza simplemente lo intentó borrar, no solo de su memoria, sino que intentó borrar todo lo asociado con el acto sexual de su cuerpo. Por otro lado, está Neil un joven de pelo oscuro que está corrupto, incluso antes de ese verano él ya sentía deseos sexuales por hombres mayores, aunque después de la violación se vuelve un ser que no siente, no tiene remordimiento cuando maltrata y tampoco lo inquieta utilizar el sexo para salirse con la suya. En particular hay una escena de la película donde él y su amiga le hacen una broma pesada a otro niño, quien terminó con heridas severas en la cara, y la forma en que el pequeño Neil garantiza que la víctima esté de su lado y no los acuse es masturbándolo.
Brian es distante de los demás, se da a entender que él nunca hizo un verdadero amigo hasta después de su graduación del colegio, pareciera que las únicas personas que podría considerar cercanas son su madre y hermana, dado que son las que siempre estuvieron en su vida. Sin embargo, él siente resentimiento hacia su padre pues tiene la sensación de que él no lo protegió ni se preocupó cuando le sucedió aquel evento que lo marcó. Algo particular de este personaje es que nunca tuvo su despertar sexual, incluso lo describen como si emitiera una vibra asexual; pero, la verdad es que él no ignora el sexo, sino que le teme, no sabe por qué, pero simplemente es algo que le perturba, él es la pureza.
Neil logró hacer amigos pero también es distante de ellos, no porque su cuerpo rechace estar con otra persona sino porque es emocionalmente incapaz de conectarse. Él vende su cuerpo como si no le importara, pareciera que simplemente fue corroído a tal punto que ya no queda ni un poco de pureza en él. Pero, la verdad es que, aunque venda su cuerpo, no le gusta la violencia en el acto. La interpretación que le doy es que Neil está intentando revivir de cierta forma su primer amor, dentro de su retorcido ser, él también tiene algo de puro.
Tanto Brian como Neil quedaron atrapados en su infancia, ambos a su manera siguen comportándose como niños, un hombre cruel los dejó aprisionados en ese momento de su vida y realmente no es evidente cómo van a salir de ahí, o incluso si alguna vez saldrán.
Nuestros dos personajes fueron afectados de maneras severas durante su infancia, a tal punto que su juventud fue desencantada. Todo esto de tal manera que al final de la película ellos no encuentran la felicidad, que pareciera siempre serles esquiva, sino que solo se encuentran entre ellos.
Por: Santiago Ferreira