En una entrevista realizada el 28 de Abril de 2018 por parte de El Uniandino a la destacada artista Valentina Cuervo (La Cuervo), egresada de la Universidad de los Andes, se nos han de responder algunas inquietudes acerca del quehacer y de la vida de un artista. Además, La Cuervo ha de platicarnos un poco sobre su experiencia en el pregrado de Artes plásticas en Los Andes: qué rescata y qué opina que debería cambiarse.
¿Cómo empezaste a relacionarte con el arte y en que momento te empezó a gustar?
Mi gusto por el arte comenzó desde pequeña, en el colegio. Me acuerdo de que me ponía a hacer dibujitos en los cuadernos cuando estaba aburrida en el colegio… También estuve en una clase de pintura al óleo cuando era pequeña, me acuerdo que me encantaba el olor a trementina que había en ese taller.
Aun así, nunca pensé que iba a terminar como artista, de hecho pasaron muchas carreras por mi cabeza, incluso medicina. Sin embargo, una vez me gradué del colegio comencé con arquitectura en la universidad de los Andes, pero tenía ese sentimiento de que debía explotar la creatividad desde una perspectiva mas amplia a la arquitectónica. Es así como me cambié a diseño ¡amé diseño!, pero aún así quería como una especie de hobby -en ese entonces veía el arte como un hobby-, y pues empecé a meter materias de arte ¿qué otra carrera podría ser? ¡arte! Es así como después de unas materias me enamoré de la carrera.
Un día, en Neiva, unos amigos me invitaron a su restaurante a hacer un mural ¡Pues bueno! yo acepté, ya que a mí me gusta pintar, además que era un mural y a mí me gusta pintar grande. Terminé el mural y desde ahí me dije como ¡wow! esto me encanta. Me acuerdo mucho de que mientras pintaba ese mural, me encantaba la reacción de las personas cuando pasaban y me veían pintar.
Háblanos un poco sobre tu estilo, qué es eso que te diferencia, o lo que buscas a la hora de pintar algo.
Siempre me ha gustado mucho la figura humana y siempre me ha gustado el color, el color es fundamental en lo que hago. También me gustan bastante los contrastes en las cosas; que haya algo geométrico, pero que haya también algo orgánico; que haya un poco de crayola, pero que haya pinceladas de óleo sobre una tabla. Siempre disfruto de jugar con varias técnicas. Que no haya solo una. Me gusta resaltar la figura humana sin dejar atrás el contexto.
(...) El artista como tal es muy observador, el artista es un muy buen observador. Simplemente uno como artista se fija en los pequeños detalles que están ahí, pero que la demás gente no ve.
¿Qué te inspira?
¡Todo! La comida, la gente, la música. De hecho, hace poco que fui de viaje con mis papas a otro país y me decían que todo eso debía ser muy enriquecedor para mí, pues... por obvias razones; pero el punto es que a mí todo me enriquece. El artista como tal es muy observador, el artista es un muy buen observador. Simplemente uno como artista se fija en los pequeños detalles que están ahí, pero que la demás gente no ve. Uno se fija en la composición, en el color, en el ambiente, etc. Sin embargo, para mí el color es fundamental… cuando yo veo algo pienso en color. Es como si el color hablara. Es algo difícil de explicar, pero yo siento que cada color dice algo. Hay unos que son más fríos y otros que son más cálidos. ¡Es como si hablaran!
(...) que día en la calle me encontré la parte metálica de una sombrilla y enseguida la cogí, ya que estoy segura de que me va a servir en algún momento. El arte puede surgir de cosas así de simples. Puede surgir de los restos de una sombrilla o incluso de pigmentos de flores.
Antes nos hablaste un poco de que te gusta poner un poco de todo en tus pinturas. Mencionaste que te gustaba que haya como un balance de crayola y de témpera, por ejemplo. Háblanos más de eso, ¿qué sueles utilizar para hacer pinturas o esculturas?
Los artistas somos muy recursivos. Podemos encontrar una obra en cosas que uno normalmente no diría que es o que puede ser arte. Por ejemplo, que día en la calle me encontré la parte metálica de una sombrilla y enseguida la cogí, ya que estoy segura de que me va a servir en algún momento. El arte puede surgir de cosas así de simples. Puede surgir de los restos de una sombrilla o incluso de pigmentos de flores. Hay mil posibilidades en todo, otro ejemplo son las paletas en las que ponía los colores. Esas paletas jamás las limpié hasta que un día quité con la espátula la capa de pintura que tenía encima. De toda esa pintura acumulada salió algo que me gustó, así que lo guardé. De hecho, me gustó tanto como quedó, que empecé a poner pintura en las paletas solo para poder quitarlas e ir poniéndolas en un lienzo ¡Me encanta lo que está saliendo!
¿Cómo fue la experiencia de pregrado de artes y humanidades en la universidad de los Andes?
Lo bueno y lo enriquecedor de estudiar arte en la universidad de los Andes es poder ver el trabajo de todos. Uno tiene la oportunidad de ver cómo piensan las otras personas, qué hacen las otras personas. Yo me iba enriqueciendo de la creatividad de los demás. Algo que también me gusta mucho de la universidad es que es muy abierta a que nosotros busquemos nuestro propio camino como artistas.
Pero, algo que le cambiaría completamente a la universidad es el poco apoyo que le da a los artistas(...). Incluso para exponer obras de arte tenemos que utilizar salones, no nos dan un espacio diferente a salones. Yo eso lo cambiaría de la universidad.
¿Qué cambiarías de la universidad?
Yo creo que cada quien tiene algo que ponerle y algo que quitarle. En mi caso, pondría clases que me parecen fundamentales… pondría cosas como montaje, o incluso materias más técnicas al principio de la carrera. Por ejemplo, a nosotros nunca nos enseñaron a pintar o a hacer sombras, sólo nos decían que experimentásemos.
Pero, algo que le cambiaría completamente a la universidad es el poco apoyo que le da a los artistas. Para hacer mi tesis de grado yo quería hacer un mural en la universidad. Conseguir el permiso fue una mamera, ya que destinar presupuesto para hacer un mural no era muy atractivo para la parte administrativa. Yo incluso tenía todo listo para comenzar a pintar y no había recibido respuesta alguna por parte de la universidad. Cuando por fin tenía una respuesta, me pedían que apenas terminase el semestre dejase otra vez la pared como estaba, en blanco. Obviamente me negué, pues no iba a hacer un mural para taparlo a los dos meses.
Incluso para exponer obras de arte tenemos que utilizar salones, no nos dan un espacio diferente a salones. Yo eso lo cambiaría de la universidad.
Página web: https://www.lacuervo.com
Instagram: @la_cuervog
Facebook: @La Cuervo
Por: David Laguna
Fotos: Cortesía de Valentina Cuervo
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