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  • El Uniandino

La santa acción

Hablamos con los creadores de este nuevo proyecto digital que busca, mediante la creación de breves reseñas críticas y el filtraje de las obras de teatro de la ciudad de Bogotá, preparar al público, dar a conocer la oferta en la ciudad y opinar constructivamente sobre ella.



Esto “nos encantó esta obra”, o esto “¡hey, hey, hey!, están pasando cosas interesantes en la ciudad” o esto “la recomendamos a ojo cerrado”, son testimonios de los anónimos voluntarios que conocimos en las redes y que se hacen llamar LA SANTA ACCIÓN. Tienen como objetivo desenmarañar eso que aún, para muchos de nosotros, sigue siendo lejano, de visitas fortuitas, de momentos interesantes e impactantes, pero también de pronto otros aburridos o agotables; el movimiento teatral y el circense de la capital.



Pero bueno, rápidamente vayamos atrás y entendamos en datos el contexto en el que está el teatro y el circo de la ciudad, y así tener una imagen más clara sobre de qué va esto.


Con datos directos del Ministerio de Cultura, cada año, se presentan aproximadamente 9 mil obras en la ciudad de Bogotá, y cerca de 3 millones de personas llenan las salas que ven a diario la creación y el montaje colectivo de más de 60 compañías locales teatrales y circenses. Festivales de teatro como el Iberoamericano o el de Bogotá impulsan a todos estos artistas a mostrar sus creaciones al público capitalino mediante la consolidación de espacios en forma de, por ejemplo, la Asociación de Salas Concertadas, que cuenta con el apoyo de la Secretaría de Cultura e Idartes y que basan sus aportes en el despliegue de planes, programas, y proyectos en políticas distritales dirigidas a campos como la formación, la investigación, la creación, entre otros.


¡Datos, Datos, Datos!


Y entonces es evidente, ¡al teatro Bogotano le está yendo súper bien! y tiene buenas cantidades de eventos y toda una gama de opciones para sus involucrados. Sin embargo, no es tan así, como nos lo plantearon estos chicos y chicas que prefieren presentar sus críticas y testimonios desde el anonimato. Nos contaron el porqué del proyecto, qué está pasando con el público capitalino y cuál es su idea dentro de toda esta red teatral y circense. ¡Pero alto! Quisimos contrastar los datos, por lo que fuimos a hablar con los que llegan a ser directos interesados en estos testimonios. Camila Martín, por ejemplo, una estudiante recién graduada de la Universidad Central en convenio con El Teatro Libre de Bogotá como maestra en Artes Escénicas, nos dio su opinión sobre este nuevo proyecto, y luego fuimos hasta DECA Teatro, una de las salas que más mueven proyectos en la ciudad, para hablar con su director Daniel Calderón, y preguntarle cómo ve el desarrollo de estas ideas.



Sin más, empecemos con las palabras que nos regaló el creador del proyecto.


Creador de La Santa Acción


¿De donde nace la idea de crear esta página?


Todos los del equipo amamos el teatro colombiano, nuestro plan predilecto es ir al teatro todos los fines de semana, y en ello nos dimos cuenta de que hay muchas ofertas, pero no todas tienen el mismo tipo de exposición o publicidad necesaria para alcanzar los públicos que caben en la sala. Entonces la idea es que las personas, a través de la Santa Acción, puedan encontrar qué tipo de obras les gusta más, decidir entre varias ofertas cuál o cuáles prefieren ver, y para ello en particular, tienen la opción de leer los comentarios que hace la comunidad en los posts y adicional a ello la reseña misma, y por último que conozcan toda la oferta teatral que hay en la ciudad.


Lo anterior, nace de una premisa que nos inquieta aún a todos, y es que a pesar de la magia que se vive, como público, en un escenario con una obra en vivo, ¡la mayoría de las salas se mantienen casi vacías! y a partir de allí, creemos que eso se debe a, primero que todo, una falta de conocimiento de la oferta teatral por parte de los ciudadanos generada por la poca publicidad que se genera, y segundo, que es una premisa fuerte pero sobre la que queremos trabajar constructivamente, y es que no todas las ofertas teatrales son para todo tipo de público, entonces sentimos que eso termina siendo un bloqueo más para lograr el público necesario.


¿Por qué el nombre de “La Santa Acción”?


En realidad, el nombre llega de una idea anterior a este proyecto, que tenía unos tintes más políticos y de movimiento social pero que finalmente no terminó dándose. A partir de allí, quedó el nombre disponible, y sentimos que se acopla muy bien con la idea que compartimos de que la base de toda obra teatral es el accionar frente a unos estímulos particulares y adicional a ello, la idea que también compartimos de que el teatro es sagrado para nosotros, ¡sin que suene a secta!


¿Cómo es el proceso creativo o la línea de acción de La S.A. desde el escoger una obra hasta la reseña final?


La idea es lograr ver tanto contenido como sea posible, y los voluntarios de la S.A. nos dividimos esas responsabilidades, intentamos ver la mayor cantidad de obras posibles. Respecto a ello, tenemos un primer convenio con Solo Casting Colombia (quienes son otra página de Instagram dedicados a la publicación de distinto contenido audiovisual de interés para la comunidad actoral), para que no se quede solamente en un post con una reseña, sino que podamos ayudar con la publicidad de las obras y llevar la mayor cantidad de público posible a ellas.


Entonces, por dos boletas de cortesía, vamos, vemos la obra, hacemos la publicidad por medio del convenio, y luego realizamos la reseña HONESTA. Eso es algo muy importante, que siempre decimos y es que la reseña será dentro de una opinión propia y que no necesariamente aplicará para todas las personas que ven la obra, pero si dentro de unos parámetros que buscamos resaltar: la dramaturgia, la escenografía, la actuación, el sitio y la dirección. De esta manera, intentamos ser lo más objetivos posibles al momento de comentar sobre la obra, a ellos le añadimos los comentarios que nos envían internamente y de manera anónima de otras personas que vieron la obra, para así no sesgar las opiniones a únicamente las del grupo, sino que haya una interacción directa y activa con la comunidad.



¿Quienes componen al equipo de La S.A.?


Somos varios voluntarios anónimos y anónimas. Teatreros en general, ¡y hasta ahí! (Se ríe)


¿Qué han logrado con La S.A. y qué esperan lograr?


Aunque la página es muy nueva, sentimos que la Santa Acción se está convirtiendo en un referente para bastantes personas que van al teatro y que buscan obras para convertirlo en su plan de fin de semana. Se está usando mucho para revisar qué obras están en temporada, qué obras se pueden ver, qué obras van con su estilo de teatro, con las cosas que les gustaría ver en escenario. Además, a través del convenio, hemos logrado que muchas funciones estén completamente vendidas, la cuál es nuestra mayor motivación: impulsar el teatro bogotano a nuevos niveles.


Estamos logrando también recibir muchas interacciones de la comunidad respecto a las distintas obras, a la gente le gusta comentar lo que observó, lo que vivió y han encontrado en la Santa Acción un espacio para hacerlo.


¿Qué problemas han encontrado durante el proceso creativo y logístico de La S.A.?


Yo creo que lo principal es que hay muchas obras de teatro y, como queremos cubrirlas todas, pues tenemos que repartirnos muy bien que voluntario o voluntaria va a ver qué obra, a veces no alcanzamos todos para cubrir cada obra. Nos hemos dado cuenta además que la mayoría de obras de teatro no hacen publicidad con suficiente antelación, lo que genera que nos enteremos el mismo fin de semana de estreno, y eso hace muy difícil programarnos, lo cuál ocurre muy seguramente con la audiencia también: recibe publicidad muy tarde y así es más complicado programarse.



¡Vale, vale, vale!


Después fuimos a hablar con Camila, como actriz y creadora nos contó lo que opina sobre este tipo de proyectos.


Camila:


¿Por qué sigues a La Santa Acción? ¿Qué te llamó la atención?


Comencé a seguirla porque vi que era un proyecto nuevo que está apoyando la movida teatral, desde la reseña y la crítica, a montajes que están actualmente presentándose y teniendo temporadas en Bogotá.


¿Qué opinas de la crítica teatral que hacen, es objetiva?


No conozco un movimiento como tal en el que yo diga “uy, aquí hay un grupo de personas que se dedique a ello, y que conozco su página y así”. No, yo no lo conozco. Claro que he conocido críticos, conozco uno que otro, y siento que son poco objetivos normalmente. De lo poco que conozco del medio de la crítica, entiendo que se mueve según contactos, según convenga, entonces: “sé que esta persona es amigo mío, entonces lo voy a invitar a que escriba sobre mi obra”, y así mismo, hay críticos del tipo “sé que este teatro no me gusta” y ya lo ven con esa predisposición y aparece entonces ese juego de pensar en medio del ego y de ser objetivo.

Entonces por eso siento que se mueve desde los contactos, desde la amistad o la enemistad y de sus propios gustos. Creo que es una línea muy delgada la que hay entre la crítica y el regodearse en el tema y creerse una persona que sabe más o no.

En mi opinión la objetividad se sale de los gustos, y uno debería ser más neutro en ese sentido y hacer sus comentarios sobre el montaje. Pasa mucho que normalmente el crítico no es actor, entonces la crítica se va hacia otro lado. Una vez leí una crítica de un tipo que criticaba más la propuesta del director y del autor. Entonces, ¿hacia dónde va la crítica? Yo quisiera ver más sobre la obra en sí, creo yo. Obviamente puede ser negativa, pero si más de la argumentación teatral en sí.


¿Tienes en cuenta la crítica y los críticos al momento de ir al teatro?


Por ahora no. Pienso que sería interesante que existiera una compañía de crítica teatral, sería más fácil el acceso, pero si no conoces al crítico, no hay forma de llegar a él. Para mi no es tan fuerte el movimiento, y no creo que el público bogotano se base en las criticas para ir a ver una obra.


¿Qué le hace falta al proyecto de La Santa Acción según tu parecer?


Tristemente la gente que va al teatro es la gente que hace teatro, no en todos los casos, pero sí la mayoría. Es un medio muy cerrado, porque primero, así lo hemos formado nosotros mismos, y segundo porque no tenemos un apoyo grande a nivel teatral en donde se logre hacer publicidad como el tipo de publicidad que se le hace al cine, por ejemplo. Solo lo logran algunas salas que son de teatro comercial y consiguen llegar a mucha gente, pero eso no pasa en general en el teatro en Bogotá; si son salas pequeñas nadie las conoce, uno sabe sobre la movida teatral porque uno está en el medio, pero es muy difícil que gente que no tiene conocidos en el teatro sepan, porque si no conoces una compañía, cómo vas a saber que está en temporada.


En ese sentido, siento que el proyecto de la Santa Acción aporta mucho, pero tiene el mismo problema que tienen los teatros: si no se amplía el público al que logra llegar, va a seguir alcanzando solo a la gente del teatro y a la gente a la que le interesa leer sobre teatro, y no a muchas otras personas ajenas al medio como debería ser. El proyecto aporta mucho en el sentido en que ayuda también en la publicidad de una obra, es decir: si veo una reseña interesante, o una crítica, entonces voy a querer ir a ver la obra. En ese sentido, sería muy chévere que se amplíe el receptor para que llegue a todos aquellos que no han visto teatro y generarles esas ganas de ir a ver.


Por otro lado, siento que es muy interesante el tema del anonimato porque a veces se convierte en un nombre y pierde la objetividad, pero sí me parece interesante que no se sepa quién escribe. Yo recomendaría el proyecto de la Santa Acción, porque siento que después de la pandemia, todos estamos cogidos de la mano intentando levantar esto entre nosotros y así mismo diría que el individualismo no sirve y esa sería mi primera razón. Para mi, es necesario, es un proyecto nuevo, y como comunidad teatral también deberíamos levantarlo y darle fuerza.



Finalmente, conectamos con Daniel Calderón, cabeza del teatro DECA, y quién conocía la página por haber recibido ya un post dedicado a una de sus obras; nos comentó cómo siente esta nueva idea


Daniel:


¿Conocía la existencia de La Santa Acción?


Conocí la Santa Acción por medio de un correo electrónico que me llegó sobre el interés que tenían por difundir la programación de teatro en Bogotá, por medio de este tipo de publicaciones y reconocimiento a la movida teatral


¿Cómo describiría el movimiento teatral bogotano a día de hoy en términos de oferta teatral?


Lo describiría de mucha variedad, multifacético porque hay de todo, no solo desde los valores de boletería, los tipos de escenario y las ubicaciones en las distintas localidades, sino de sus contenidos y sus temáticas a trabajar son completamente variados, también desde todas las escalas, procesos pedagógicos, semi-profesionales, o grupos profesionales. Considero que la oferta es muy grande y, comparado a otros países latinoamericanos, hay realmente grandes posibilidades para los espectadores.


¿Cuál es su posición frente a la “crítica teatral”?


Lo que pasa es que la palabra crítica está mal interpretada y también se dispone de esa misma manera. Para mí la crítica es una mirada, sencillamente observar, y lo confirmé precisamente en un taller de crítica hace muchos años con un maestro francés; es básicamente regalar una mirada de lo que uno ve y esa persona que ve, no es que sea más o menos, sencillamente es su posición y lo que debe generar es el atrapar a ese lector, a esa audiencia, su interés, porque hay muchas cosas que sin duda alguna a los ojos de una sola persona pues no le van a gustar; pero no es un acto personal, es un acto colectivo. Festejar y fortalecer el sector desde lo positivo, más que un señalamiento, es una mejora, porque sino cada uno haría su propia obra de teatro, su propia agrupación, su propia creación.


Me parece que ese sentido de mirada es importante, en Colombia es casi que nulo, a diferencia de otros circuitos teatrales en donde tu vas a libros de críticas y vas a leer a los críticos para saber qué están diciendo incluso de aquello que no le gustó tanto en lo personal pero que festeja algunos valores escenográficos, luminotécnicos, actorales o dramaturgia; le crea el morbo al espectador de “uy yo quiero ir a ver eso”. Eso es lo principal para mi de la crítica, chévere que existiera una movida un poco más clara, pero no, no existe, es contado con los dedos de las manos los críticos o las personas que se dan el tiempo y el espacio para poder dialogar o conversar sobre una creación teatral.


¿Consideraría el post de La Santa Acción como crítica teatral?


Es una necesidad que existan este tipo de espacios, que existan con permanencia. Si bien, han existido muchos a lo largo de lo que yo tengo conocimiento de estos 20 años del teatro DECA, y así mismo se distancian o se opacan, o se pausan proyectos y es normal pues es la evolución de cada uno de los integrantes y los intereses propios.


Muy importante que sea amplio el panorama y que no se sesgue por el tipo de teatro, porque solo vayamos a ver a los directores o a las agrupaciones más conocidas que quizá son las que “menos la necesitan”. Sino que haya un panorama y un abanico realmente extenso como lo hay en la ciudad, porque incluso las notas artísticas de los medios de comunicación también son muy sesgadas, y no todos tienen acceso a ello lamentablemente. Entonces creo que sí es muy importante ampliar esa oferta para llegar a todo tipo de teatro.

Claramente estos espacios construyen la producción teatral y también la formación de público. Sería interesante, aunque no se cuales son las iniciativas del proyecto, que se hable precisamente sobre la creación de público, sobre las membresías, sobre los asiduos al teatro, asiduos a un solo teatro; lograr circular, como en algún momento se planteó, obras de un teatro a otro y que no todo se quede en los mismos sectores y creo que la crítica puede llegar a eso.


Tendría que ser un movimiento mucho más grande si finalmente esto es una semilla muy poderosa, pero como les digo, he vivenciado muchas apariciones y desapariciones de proyectos paralelos a lo que se plantea. Es muy importante aprovechar el vigor y la energía del momento para hacerlo cada vez de manera más contundente, porque hay tantas posibilidades que a veces se queda uno corto. Esto debería ser un problema de Estado y de gobierno, pero como no es así la realidad, pues claramente debe nacer de voluntades y mentes individuales como creo que se está gestando este proyecto. Pero claramente eso le gesta al espectador una necesidad. Hay que ver cuáles son los métodos de comunicación, cómo se crea esa comunidad más allá de las redes sociales y cómo se crean esas alianzas con los teatros y con las agrupaciones, que repito, es tan variado y grande que seria chévere pegarse a otras iniciativas que ya existen para hacer masa, y que si se mira como una masa pues el impacto va a ser cada vez mayor.


¿Es para usted necesario un proyecto como éste (La Santa Acción) para el medio teatral Bogotano?


Yo siento que apenas está dando los primeros pasos, entonces más que juzgarla, o decirle qué queremos o qué se necesita, es que siga con esa voluntad, con esa necesidad, con esa línea principal. Yo creo que el mismo tiempo les va dando las posibilidades. Chévere ofertar talleres para los espectadores, ofrecer algunas cortesías, y tener un equipo encargado de hacer seguimiento, pero todo eso es plata, tiempo, es una cantidad de factores que yo entiendo, porque otros proyectos, repito, se paran en algunos momentos.


Me parece que es de gran valor y que hay que seguirla haciendo. Creo que cuando uno arranca, muy bien empezar por pasos pequeños, pero a mi modo de ver, ya como empresario, yo opino un poco al contrario, que todo debe ser muy agresivo, el impulso por ejemplo, muy agresiva la vinculación, porque es lograr conquistar uno a uno de los teatros y agrupaciones, y hacerlo con permanencia y sobre todo darle una durabilidad en el tiempo.

Seguramente muchos teatros pensaran lo mismo, pero lo importante es qué impacto va a tener esto, esto es más importante en la construcción de públicos, quizá son las mismas personas interesadas y no está nada mal, pero lo importante es que aquí se regala una mirada que tiene que ser muy fresca, además que más de conocedores de teatro, la terminología teatral es que tengan un amplio gusto, no personal sino general de las cosas para poderlas transmitir con aquellas palabras.


Además, las reseñas son muy cortas, entonces el mensaje tiene que ser muy contundente y las palabras tienen que ser las precisas para construir esa iniciativa al espectador de “oiga, qué interesante, voy a ir a ver esto porque la imagen me gustó y lo que dice aquí me parece valioso”. También dar a conocer al equipo de personas que asisten, que creo que cada vez deben ir sumándose más porque son muchas más creaciones y a veces no van a dar abasto porque de jueves a sábado hay más de 100 espectáculos ¡pues no van a dar nunca! entonces es un proceso de crecimiento y yo creo que van en el camino.


 

Por: Óscar Barbosa Salazar




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