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  • El Uniandino

Keaton Henson: un monumento sonoro



Monument (2020) es el más reciente álbum de Keaton Henson, quien es un cantautor inglés y también se desempeña como poeta y artista visual. Es necesario entender esta producción musical como un todo que agrupa no solo las once canciones que hacen parte del álbum, sino también los videos que las acompañan. Como eje focal de Monument se encuentra el motivo de la muerte y del luto, dado que este álbum sale a la luz unos cuantos meses después de que falleciera el padre del cantautor. Es pertinente tener en cuenta esto, ya que muchas de sus canciones estarán permeadas de ese sentimiento melancólico y nostálgico, que invita a reflexionar sobre la vida y la muerte, a veces de una forma que resulta triste y otras en las que resulta alegre. Por último, pero no menos importante, esta reseña de Monument estará enfocada en las primeras cinco canciones de este, dado que estas sirven para ilustrar de modo transversal las principales temáticas que se abordan en la totalidad del álbum.


Según Henson, la primera canción del álbum, titulada “Ambulance”, es “el clamor por ayuda de un artista, confundido con una canción de pop y aplaudido en vez de auxiliado”. En ella el sujeto poético alude a diversas expresiones artísticas como la música, la danza, el arte y la literatura a través de las imágenes en el video oficial en las que se ve al protagonista realizar las diversas actividades, como pintar y tocar música, que en la canción se mencionan. La canción comienza con el siguiente verso: “I'll write 'till there's nothing left of me”. Esto nos lleva a uno de los aspectos vitales del álbum: la catarsis. Aquí, el sujeto poético confiesa que su producción artística, en este caso la producción literaria que confluye hacia la creación de líricas para canciones, está basada en sí mismo y que continuará ejecutando sus proyectos hasta que no haya nada de sí que sirva al propósito.


Seguido de esto, se vincula la catarsis del yo con el eje temático de la muerte a partir del coro, ya que la voz poética dice: “I'm dancing myself to death”. La duda que surge frente a esta sentencia es si la voz poética lo menciona en sentido figurado o literal. En el video oficial de la canción se muestra, durante el primer coro, al protagonista llevando a cabo acciones que parecen rutinarias. Él riega las plantas, pinta y enseña a leer. En ese sentido, la traducción “estoy bailando del aburrimiento”, sería válida para entender lo propuesto. Sin embargo, en el segundo coro se muestra a los dos personajes secundarios bailando mientras la casa, detrás de ellos, está en llamas, lo cual implicaría que la traducción literal “estoy bailando hasta la muerte”, también sería válida. En el tercer coro ambas confluyen. El protagonista danza y toca un instrumento mientras cae rendido, con lo cual asumimos que muere. El baile, por lo tanto, sería un símbolo de la producción artística y cómo esta hace que el artista, al desarrollarla, sufra un poco al punto de sentir que está muriendo. No en vano es posible entender este verso como una afirmación en la que el artista admite que, a través de su labor diaria, se está llevando a sí mismo a la muerte, de una manera más simbólica que literal, pues se pierde dentro de su producción a él mismo como individuo.


Lo anterior se confirma tanto en la primera estrofa –cuando se refiere a lo solo que estará cuando se agote a sí mismo por medio de la escritura (vv. 2)– como en la segunda estrofa, que empieza con el siguiente verso: “I’m empty, but don't it sound so good?”. El sujeto poético menciona esto después del coro, en un momento en el que varios instrumentos dejan de sonar, y solo quedan su voz y la guitarra. La noción del silencio, musicalmente hablando, también es bastante importante, ya que estará presente a lo largo de Monument de una forma que aludirá a lo trascendental. Todos estos elementos presentes en “Ambulance” resultan ideales para generar el terreno sobre el cual estará posado el álbum y dan un muy buen preámbulo de lo que encontraremos en él.


La segunda canción, “Self-Portrait”, conecta con la temática del vacío. Nuevamente, la vacuidad del artista se muestra por medio de la música, pues cuando esta muestra cierta tensión o aumento en su intensidad, esta construcción se disipa inmediatamente y deja una idea de incompletitud a su paso. Implícitamente, la música se refiere a la incapacidad de construcción de una persona a nivel profundo y, gracias a la letra, vemos cómo se confirma esto, al igual que los motivos por los que ocurre. En primer lugar, encontramos una despersonalización del sujeto poético, quien admite que ahora escribe en tercera persona (vv. 32). La imposibilidad que tiene de escribir desde un yo limitaría su capacidad de autoconocimiento, lo cual indudablemente repercutiría en el desarrollo de una personalidad estable, a través de la que sea posible caracterizarlo. De igual forma, el hecho de que no pueda entenderse a sí mismo de manera cabal, como un ente personalizado al cual pertenece, abre ciertas grietas en la narrativa del álbum que resultan fascinantes: la canción de un yo en tercera persona para un yo en primera y la búsqueda por un hogar.


“Self-Portrait” es una canción para los solitarios y los vacíos, lo dice en su misma letra. Sin embargo, ¿no se caracterizó el sujeto poético como solitario y vacío justo en la anterior canción, “Ambulance”? De las pocas cosas que el artista en la primera canción del álbum confiesa como suyas, propias, son estas características. En ese orden de ideas, el sujeto poético se incluye dentro de este grupo de personas, las que son solitarias y vacías, de modo tal que lo que está cantando aplica también para él. El sujeto en tercera persona, construido por un yo caótico en primera persona, canta para sí mismo en su búsqueda por aminorar sus preocupaciones y, a la vez, encontrar el confort de un cuidado hacia él. No obstante, no deja a un lado su urgencia de pertenecer a un lugar, a un hogar, e incluso convertirse él mismo en uno, cuando explica, en el coro, que quiere ayudar a crecer a todos los que se encuentran a su alrededor convirtiéndose en elementos como comida para los gusanos o canciones para los pájaros (vv. 13 – 17). Por ende, el sujeto poético pretende ayudar –aunque es consciente de su yo incompleto–, por medio de esa tercera persona despersonalizada, a quienes lo necesiten y sientan en su voz la ayuda que podrían estar requiriendo para desarrollarse como individuos. Así, la tercera persona en “Self-Portrait” se convierte en un ente que permite el crecimiento a partir de la autorreflexión y la identificación. El autorretrato hecho en tercera persona hace más sencilla la labor de tomar consciencia del yo, a la vez que se vuelve menos dolorosa y permite estar esperanzado.


A continuación, tenemos “Ontario”, canción que presenta al sujeto poético como medicina (vv. 9), contrario a la necesidad de una ambulancia, como sucedía en la primera canción. Ontario, Canadá, se transforma en aquel hogar que el artista tanto estaba añorando, y de cuya búsqueda dejó rastros en “Self-Portait”. Los versos de Henson en esta canción nos muestran la recuperación del sujeto poético, a la par que las imágenes que representan el paisaje de la ciudad convergen hacia la calma y la paz que se puede encontrar gracias al nomadismo. El video oficial de esta canción comparte, desde la perspectiva de ciertas grabaciones hechas por el cantautor, cómo es la ciudad. Si bien la fotografía no es de la más alta calidad, las grabaciones caseras de los que se compone este video permiten entrever el sentimiento melancólico que transmite la canción y su letra. Por motivo de esta canción, Henson menciona que en Ontario “la congelación instantánea de tu piel se lleva cualquier insomnio e insensatez persistente en ti, haciéndote ir hacia adelante, sin importar qué esté pasando”. Esta ciudad se convierte en una estación de recarga, en la cual el sujeto poético siente y descansa su alma, como menciona en el coro y en la segunda estrofa. Probablemente por tal motivo afirma “I’m burying me here” y vincula la temática del hogar con la muerte, algo que exploraremos más adelante, pues esta canción solo sirve como presentación de aquella problemática.



“Career Day”, la quinta canción de Monumentum, nos acerca más a la temática de la muerte. Aunque de una forma sutil, los matices simbólicos entre las cuestiones que se retoman abren el camino para abordar de lleno los ejes cruciales del álbum. Por ejemplo, en el coro el sujeto poético dice: “I’m paper thin”. Por una parte, esto se refiere a la fragilidad de la vida, aludiendo a la muerte del padre. Asimismo, esta fragilidad hace eco con otro de los elementos simbólicos que recorren la producción artística en su totalidad: la respiración. El sujeto poético menciona que encuentra formas de respirar al ser un buzo, sin embargo, este es un claro símbolo a través del cual expresa que encuentra formas de mantenerse vivo, incluso en medio de la presión y la oscuridad que rodean al hecho de estar en el fondo. Por otra parte, esta fragilidad que se presenta en el coro permite observar, gracias a la línea que la acompaña, “Just break me in”, que la fragilidad humana no solo hace parte de la esfera pública y física, sino también de la privada y espiritual. Si bien esta frase puede ser interpretada en términos de que el sujeto poético expresa la necesidad de que lo rompan –como el papel que es–, también puede ser entendida como una petición a que irrumpan en él, como individuo. En ese sentido, requiere que el objeto poético lo comprenda desde adentro, desde quién él es en realidad, en vez de que tenga en cuenta la máscara de actor que se ha colocado: “I'm a character actor / I feed myself a line”. El motivo de la actuación surge a raíz de la necesidad del yo de parecer fuerte, sin embargo, las ironías que establece la voz poética entre el trabajador y su oficio –como un comediante que no encuentra las risas– hacen que reluzca lo único que es verdad por completo: su fragilidad.


Después de “Career Day”, Henson nos presenta la que, probablemente, es la canción más desgarradora de su álbum: “Prayer”. Siendo aquella que nos muestra el duelo en su máximo esplendor, no resulta para nada extraño que sea una pieza conmovedora. Acompañada, además, de un precioso video musical, la producción en su totalidad toma un sentido completo. La voz poética se enfrenta a la vida después de la muerte del padre, por lo cual se enfrenta a una maduración, quizás no prematura, pero sí muy difícil. Primero, nos muestra que hubo una inversión de roles: el padre pasó a ser cuidado por el hijo (vv. 3), pero también el hijo tuvo que asumir por completo la responsabilidad de sí mismo: “I read myself to sleep”. Sin embargo, el pre-coro muestra una resistencia a esto. El sujeto poético sabe que la vida del padre está llegando a su fin y trata de enmendar la inevitable realidad: la muerte; para luego atacar con toda su fragilidad, con algo que no es actuación.


En el video se ve una grabación antigua de su padre proyectada sobre las escaleras de su hogar, un lugar privado, a la par que en la canción la voz poética dice: “Speak up”. Posteriormente, encontramos un silencio. Juntas, la imagen, la poesía y los silencios en la música, representarían el afán por escuchar una respuesta del objeto poético –en este caso la figura paterna– desde la ultratumba. La escalera alude al cielo, lugar en el que se asume yace el alma del padre, de modo tal que al proyectar la imagen de él sobre esa estructura se establece esta como un claro camino que la voz poética puede recorrer hasta llegar a los oídos de su interlocutor y, además, se establece como una senda a través de la cual puede llegar la respuesta tan esperada al clamor o, incluso, solo el sonido de la voz del ser amado para que llene el silencio dejado, a propósito, por el sujeto poético.


A raíz de que no hay una respuesta satisfactoria, el sujeto poético admite sentir que está perdiendo al objeto deseado. De hecho, en el video, durante el segundo coro, las imágenes de las grabaciones se muestran como líneas inasibles, que aluden a una grabación corrupta, y traen a coalición la realidad de lo que implica perder a alguien, para luego ser confrontadas con grabaciones que parecieran ser de siluetas. Las formas son cada vez más difíciles de identificar, de modo tal que es complicado saber si quien aparece en las grabaciones es o no el padre. Lo anterior apela a la similitud que encuentra el sujeto poético entre la muerte y los recuerdos en las grabaciones, ya que ambos implican una ausencia. En ese orden de ideas, el video representa a la memoria, lo cual, posteriormente, se confirma con las voces ininteligibles de fondo, que acompañan la parte instrumental de la canción.


A medida que suenan estos recuerdos ya no hay grabaciones en las que se presente directamente el rostro o el cuerpo del padre. Por el contrario, presenciamos un recorrido, como espectadores, al interior del hogar. Las voces acompañan cada uno de estos espacios, simbolizando las diferentes memorias que hizo el sujeto poético en el hogar con quien estaba en las grabaciones: el padre. No obstante, a medida que se lleva a cabo este proceso, los espacios privados, sumidos en la oscuridad de la noche, comienzan a iluminarse por motivo del amanecer. A través de esto, la producción artística en su totalidad nos da a entender que, a pesar de la muerte, las memorias que quedaron de la vida del artista son felices, en tanto esa persona vivió y pudo compartir con ella. Las constantes interpelaciones del padre, aún así, nos muestran que hay un ferviente deseo por estar con él y la última oración de la canción presenta ese posible reencuentro entre objeto y sujeto poético.


Keaton Henson, nada más en las primeras cinco canciones de su más reciente álbum, nos regala un mundo lleno de señales diseñado con un lenguaje poético que construye y moldea las sensaciones que busca expresar. Mediante su obra pretende hacernos tomar una mirada crítica ante esto que nos rodea: la vida. Igualmente, con el título de su producción, Monument, ya nos inscribe en un universo simbólico específico, a través del cual nuestros sentidos, en su totalidad, comprenden aquel motivo de la vida y de la existencia como un monumento. En ese sentido, la vida de cada individuo y cada ser como un ente personalizado pasa a convertirse en una expresión artística perdurable, inmutable, aunque llegue la muerte. Además, al funcionar este álbum como un homenaje, el nombre que lleva es más que pertinente. A partir de las primeras cinco canciones que Henson compuso y nos comparte, entendidas desde una perspectiva de completitud artística, es posible para nosotros, como audiencia, adentrarnos de lleno en lo que construye en Monument, a la par que entendemos los ejes y los engranajes sobre los cuales se mueve y se sostiene.


 

Por: Lena Paredes



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