Para celebrar los 45 años del teatro, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo ha decidido coproducir Historia de Navidad, una obra escrita por Juan Diego Arias y dirigida por el director artístico, y uno de los fundadores del teatro, Ricardo Camacho. Esta obra mezcla drama y comedia, y devela los conflictos de Colombia a partir de la dinámica de una familia colombiana en las fiestas de fin de año. Estará en temporada desde el 27 de septiembre hasta el 3 de noviembre.
Finalizando el año, el Teatro Libre también presentará Romeo y Julieta, dirigida por Diego Barragán y basada en una versión del poeta Pablo Neruda. La clásica novela será adaptada en la ciudad, la vida y las pandillas de Chicago (Estados Unidos) de los años 20 y 30. Estará en temporada del 8 de noviembre al 15 de diciembre.
Para unirse a las celebraciones, El Uniandino habló con el subdirector artístico del Teatro Libre sobre su historia, sus logros y sus obstáculos más importantes.
El origen
El Teatro Libre se fundó en 1973 por el entonces grupo teatral de la Universidad de Los Andes, en compañía de estudiantes de la Universidad Nacional y Distrital. A pesar de grandes adversidades, como la financiación del teatro y la falta de tradición teatral en Colombia, ha sobrevivido 45 años y se ha consolidado como uno de los más grandes de la capital y del país.
Comenzó en una casa para 200 personas en la localidad de la Candelaria y con ideales políticos del partido MOIR (Movimiento Obrero Independiente y Revolucionario), donde ninguno de los que hacían parte del grupo en ese entonces había estudiado teatro y debieron enseñarse a sí mismos. Desde sus inicios, el teatro ha cambiado sustancialmente. En 1978 decidieron que sólo querían dedicarse al arte del teatro y que se iban a separar del partido MOIR, desde entonces la política no direcciona los montajes, lo que les dio la oportunidad de empezar a realizar obras internacionales de grandes escritores como Shakespeare, Dostoievski y Pirandello, y no sólamente teatro “popular” o nacional.
Además, desde 1988, cuenta con una sala para 600 personas en la localidad de Chapinero y desde el 2006 cuenta con una escuela actoral, en conjunto con la Universidad Central, donde nacen nuevas generaciones de actores que ayudan a renovar el teatro. Asimismo, cuenta con un Festival de Jazz que ya cumple 30 años.
A pesar de que el grupo decidió separarse de la política, Juan Diego Arias, subdirector artístico del teatro, dice que “cualquier acto teatral es un acto político”. Él explica que el teatro no presenta arte por arte, la principal intención del teatro es tratar de enriquecer al público, que las obras hagan reflexionar a la gente sobre la sociedad en la que vivimos y que cada uno saque sus propias conclusiones sin necesidad de dictarles un camino. El teatro tiene como principal objetivo que las obras puedan llegar a cualquier persona, no importa la edad, el estrato social o el nivel de educación, acabando con el pensamiento que se tiene de que el teatro sólo puede ser disfrutado por los más intelectuales.
Los obstáculos
A lo largo de su historia, el teatro se ha presentado en varias ocasiones por fuera del país. Uno de los momentos más importantes fue precisamente su primera gira internacional durante cuatro meses en 1982, donde se presentaron en varios países de Europa y varias ciudades de China, teniendo una gran recepción por parte del público local. Sin embargo, Juan Diego cuenta que la internacionalización del grupo es sólo una experiencia, que aunque el público teatral colombiano sea un reto ese es el público más importante.
Durante todos estos años, el teatro se ha enfrentado con tres grandes retos que esperan poder superar en algún momento. El primero y el más difícil, según considera Juan Diego, es que no existe crítica teatral en Colombia, que las críticas que salen en periódicos o portales son más bien reseñas de las obras y que hacer cualquier arte sin críticas es imposible, es por esto que entre el mismo grupo del teatro deben ser muy críticos entre ellos, porque sino nunca van a saber qué están haciendo mal y no lo podrán mejorar. El segundo es la tradición teatral del país, la gente en Colombia no acostumbra a consumir teatro y es muy difícil sobrevivir cuando no hay público, por eso mismo otro gran objetivo del teatro es empezar a inculcar esta tradición en los más pequeños, para que en el futuro exista un público más amplio que disfrute del teatro. Por último, el tercer reto es la financiación, “nadie vive de actuar en teatro”, afirma Juan Diego, y sin esa tradición teatral este seguirá siendo un problema que persistirá.
La celebración
Para celebrar los 45 años del teatro, el Teatro Mayor Julio Mario Santo Domingo ha decidido coproducir una obra junto con el Teatro Libre, decidieron montar Historia de Navidad, una obra escrita por Juan Diego Arias y dirigida por el director artístico (y uno de los fundadores del teatro) Ricardo Camacho. Esta obra mezcla drama y comedia y devela los conflictos de Colombia a partir de cómo actúa una familia colombiana en las fiestas de fin de año, esta estará en temporada desde el 27 de septiembre hasta el 3 de noviembre. Finalizando el año, el Teatro Libre también presentará Romeo y Julieta, dirigida por Diego Barragán y basada en una versión del poeta Pablo Neruda. La clásica novela será adaptada en la ciudad, la vida y las pandillas de Chicago (Estados Unidos) de los años 20 y 30, estará en temporada del 8 de noviembre al 15 de diciembre.
El teatro espera para el futuro sobrevivir y seguir creciendo, como afirma Juan Diego: “nadie iba a imaginarse que el grupo durara 45 años”, y es que en un país donde la tradición teatral es tan escasa, durar 45 años es una meta que muy pocas muestras artísticas pueden lograr.
Por: Ana Lucía Suárez
Fotografías por: @Sr.Mao (cortesía del Teatro Libre)
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