El día de hoy vamos a estar hablando de dos mujeres que están en la cabeza de proyectos musicales y que recientemente dieron a luz dos discos que no se pueden quedar sin escuchar. Ellas son: Bella Álvarez –líder del proyecto que lleva su nombre– y Gabriela Ponce –a la cabeza del grupo de rock Buha 2030–. El Uniandino tuvo la fortuna de hablar con ambas para escuchar sus respectivas perspectivas frente a los proyectos musicales que, recientemente, cada una ha desarrollado.
Sin más preámbulo, empezaremos a hablar de Bella Álvarez y su disco Canciones Para Una Casa Chiquita. Bella Álvarez –y ojo, que se lee 'Bela' para que lo pronuncien con caché– es una cantautora paisa a la que de lejos se le nota el cuidado y la sensibilidad que tiene para escribir y hacer su música. Ella tiene 23 años y lleva seis de ellos haciendo música. Sus canciones tienen la particularidad de ser fáciles de entender y escuchar, pues, a pesar de estar bien construidas a nivel lírico y musical, no son pretenciosas ni buscan serlo. Estas más bien apelan a una búsqueda y constante redescubrimiento de la artista en sus aristas más personales. Tranquilas, pensativas e introspectivas, las canciones que Bella Álvarez nos trae en su disco son una construcción de una casita para pájaros y, como ella misma la describe, las canciones son una partecita de la casa mientras que, a su vez, la habitan.
La creación de este álbum, según Bella, puede ser descrito como un proceso de introspección y de escuchar lo que pide la obra, inmiscuyéndose en cada cosa que se hace. Este disco cuenta con influencias a nivel visual muy interesantes, pues hay un componente importante de inspiración del contenido en los paisajes. Además, como antesala de este álbum existe lo que Bella llama su "carta de presentación", su primer EP Hortalizas y Flores. Su trabajo se inspira en la obra de tres mujeres:Raquel Tamayo, Montañera y Ana María Vahos. Voces relevantes e ideales para darse la oportunidad de escuchar a más mujeres colombianas que se están poniendo la diez en la música emergente colombiana.
Durante la entrevista Bella nos contó que su primer trabajo estuvo muy cargado visualmente y que muchas de las imágenes de Hortalizas y Flores fueron las que labraron el camino para la construcción de lo que ahora conocemos como su 'casa chiquita'. Dentro de las canciones favoritas de la artista de este nuevo álbum se encuentran "La Vibración", "Mis Cosas Favoritas" y "Pequeños Hombres" –que, personalmente, es una de mis preferidas también y ojo porque de esta hay una versión acústica–.
Finalmente, hablamos de los planes del futuro de la artista, dentro de los cuales se encuentra una pequeña gira en el país, durante la cual visitará Cali, Medellín y Bogotá para promocionar su disco.
Por otra parte, tenemos el proyecto de Buha 2030, liderado por Gabriela Ponce, una talentosa clarinetista de Pasto. Esta agrupación –conformada por Gabriela en clarinete y voz, Willy Echavez en la batería, Joe Days con el saxofón, y Camilo Portilla tocando el bajo– recientemente sacó su primer disco, titulado Amoral Inmortal. El álbum llega con una interesante fusión de jazz, músicas colombianas y rock, pero ellos lo autodenominan “rock latinoamericano del futuro cercano”.
Empecemos por el nombre, Buha –se lee bua, no buja– se refiere al femenino del búho y alude, como le afirmó Gabriela a El Uniandino, a la presencia de las mujeres en músicas experimentales y de vanguardia; además, el animal que escogieron es un búho porque se alimenta de vida y no de carroña. Por otra parte, 2030 remite al oyente al mañana, como quien hace música pensando por y para el futuro. Gabriela supone, a manera de chiste, que en 2030 tal vez tendrán que cambiar el nombre y se volverán una banda de baladas nostálgicas.
La banda inició como un grupo de improvisación y se podría decir que sin muchas pretensiones. En el 2018 se estrenó su primer sencillo, que fue “Fea monosílaba”.
Como banda concibieron que su nacimiento más explícito se daba a partir de la presentación de un disco, Amoral Inmortal. Cuenta Gabriela que la construcción de este fue orgánica y rápida; las canciones nacían, usualmente, a raíz de una idea que alguno de los integrantes llevaba y alrededor de ello los demás aportaban desde su instrumento y visión artística. Gabriela describe a Buha 2030 como acto de resistencia, visto como una banda donde nadie es jefe de nadie y cada uno pone su granito de arena.
La música de Buha 2030 es difícil de describir a nivel de géneros porque realmente es más fácil detallarla con base al sentimiento que da. Su música es una bocanada de aire fresco llena de frenetismo, histeria y eclecticismo; presentan un sonido que es difícil de tocar, pero muy entretenido de escuchar. Dentro de las influencias de la banda, Gabriela cuenta que todo llega desde el lugar de lo que todos han escuchado, como por ejemplo Trencito de los Andes, una de las agrupaciones favoritas de Camilo, o la influencia de la hermana de Gabriela, Carolina Ponce, integrante de Bambarabanda.
Respecto a los temas favoritos de la artista dentro del disco se encuentran “Cansancio hastío” –un gran predilecto dentro de la audiencia también–, una canción que, según la cantante, surgió con mucha naturalidad y se desarrolló de manera muy veloz en su composición. Esta canción se encuentra hacia la mitad del disco –por favor escúchenlo en el orden en el que viene–, momento en el que se presentan al oyente “Eva” y “Cansancio hastío”, canciones donde, según su intérprete, “el alma puede reposar”. Estos dos temas cuentan con una madurez musical mayor porque dan la pista a lo que puede ser el sonido de más adelante de la banda.
Los referentes femeninos de la vocalista incluyen a exponentes de la música colombiana como Las Añez, La Muchacha y, curiosamente, Bella Álvarez, a quienes destaca por su capacidad de asumir la vida pública pararse en el escenario como una figura que no necesariamente está detrás de una banda, sino que, por el contrario, está al frente dando la cara.
Finalmente, solo me queda más que recomendarles que escuchen a estas dos mujeres. Ambas prometen mucho a nivel creativo y musical mediante propuestas innovadoras. Permítanse escuchar sonidos locales y pónganle tarea a su algoritmo de recomendaciones de Spotify después de escucharlas.
Por: Laura Catalina Urrego León
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