- El Uniandino
Las recomendadas: el 2021 contado en música
El apocalipsis, el fin de una era astrológica, el castigo de los dioses ante tanta desobediencia y herejía, el resultado inevitable de malas decisiones humanas, un caótico despertar de la conciencia colectiva o simplemente una desafortunada –o afortunada– coincidencia. No sabemos con exactitud porqué, pero lo cierto es que desde que inició el 2020 todo se puso especialmente complicado en el planeta tierra. Sin embargo, no es la primera vez y, mirado en retrospectiva, si algo bueno ha salido de largos periodos de confinamiento y de momentos socialmente convulsionados, es el arte. Ya lo había dicho Cervantes, que al parecer comenzó a escribir El Quijote estando en prisión, “la quietud del espíritu es gran parte para que la musa más estéril se muestre fecunda”; nosotros no estamos encarcelados ni el espíritu ha estado tan quieto pero la creación musical sí ha estado muy fértil y como, lamentablemente, muchos de los espacios de difusión y descubrimiento musical como bares, conciertos y hasta las casas de los amigos, han estado cerrados, sospechamos que se han perdido de varios GRANDES lanzamientos que seguramente querrán tener dentro de sus listas. Esto, claro, no pretende ser una distracción de lo que obviamente es primordial en este momento, pero sí busca un espacio para recordar que la cultura y más específicamente la música son necesarias y curativas tanto para el alma como para sociedad.

King Gizzard and The Lizard Wizard - L.W
No es sorpresivo que se sume un nuevo álbum a la lista de trabajos discográficos de King Gizzard and The Lizard Wizard. Después de todo, la banda –de origen australiano– cuenta con más de 15 lanzamientos en 10 años de carrera y ha sorprendido a todos con los casi inexistentes periodos entre anuncios y lanzamientos. Aun así, L. W , que llegó para ser el sucesor (tanto temporalmente como en temática) de K.G, logra imponerse desde ya como uno de los mejores del año por la consistencia que gana respecto a sus sucesores y por las letras coyunturalmente pertinentes pero, sobre todo, por lo bien que les salió la experimentación sonora; eso claro, si les gusta la onda psicodélica y setentera.
Desde el primer single “If not now, when?” y con canciones que le siguieron como “O.N.E” o “Supreme Ascendancy”, se ve una crítica clara y directa al desastre ambiental y a los problemas de violencia y abuso sexual perpetrados por las iglesias. Lo mejor es que lo hacen sin dejar de lado el estilo que han creado a partir de la experimentación de sonidos microtonales (casi ausentes en la música occidental y retomados por el rock turco o “anatolian rock”) y su ya reconocible uso de guitarras e instrumentos alternativos. El álbum cierra de la mejor manera con “K.G.W.L” que hace traer a la cabeza el misticismo que dejaba sentir Led Zeppelin, no precisamente por el estilo musical, sino porque crea una atmósfera perfecta para pertenecer a algún tipo de culto dedicado a la música. Suena mejor de lo que se puede describir y vale la pena que lo escuchen completo o, al menos, las canciones mencionadas aquí.
TELEBIT
Si hay algo cierto sobre la pandemia es que nos obligó a muchísimos a volver al hogar o a crear uno, si no lo había. Eso, para bien o para mal, nos hizo repensarnos identidades, ideas y propósitos, y Telebit, como un reflejo de eso, volvió con unos cañonazos cantables del rock bogotano en los que, desde la composición y la grabación, quisieron volver a la espontaneidad y experimentación que solo el hogar puede dar.
“Vámonos”, el primero de los lanzamientos y hecho en colaboración con el dúo de hip hop nacional Rap Bang Club, es una dedicatoria a la locura, a la conciencia de la existencia, al deseo, y a la liberación del ego. “Duele si te vas” es, por su parte, un canto de despecho que podría acompañar perfectamente tantas relaciones que el encierro se llevó. “Contracorriente”, la más reciente de las tres, es un más que necesario testimonio de la emergencia social y humanitaria que estamos viviendo en el país. Con estos sencillos, Telebit deja ver el interés de la banda por los diferentes géneros a los que suena la ciudad y son solo la antesala de un álbum que contará con un lado A y un lado B que buscará ponerle música a la dualidad entre oscuridad e iluminación tan palpable por estos días, y que, además, integrará electrónica, sonidos raizales y hasta trap-grunge dentro de sus canciones.
LA FEMME
Desde el 2010 La Femme comenzó a hacerse un espacio dentro de la escena musical parisina, pero fue en el 2013, con Psycho Tropical Berlin, que sus canciones de synthpop y electro punk comenzaron a ganar reconocimiento en el mundo y, sobre todo, en el mercado estadounidense. Ahora, cinco años después de su último lanzamiento, vuelven con Paradigmes, un álbum en el que todos los elementos, tanto visuales como sonoros, entran en juego para crear un manifiesto filosófico sobre la intrascendencia de la vida y que muestra el uso de las drogas como un medio para desconectarse, sin mayor pretensión, de la realidad. Paradigmes es en sí una invitación a disfrutar de la banalidad del presente y del pasado. De hecho, en el vídeo del tercer sencillo “Disconnexion”, se muestra el viaje psicodélico de un joven Foucault cuyas palabras –que hacen más alusión a Nietzsche que a él– se mezclan con un coro de ópera y alucinaciones, que entre terroríficas y jocosas, se pasean por un típico cabaret francés. Luego, con canciones como “Lacher le chevaux”, “Nouvelle Orleans” y “Tu t’en lasses”, se complementa lo que es un disco ecléctico, bailable y, ciertamente, caótico.
Si en un primer momento el estilo musical de Paradigmes no les llama la atención, seguramente sí lo va a hacer su estilismo, es claro que lo de Sacha Got y Marlon Magnée (las cabezas detrás de La Femme) es un estilo andrógino y vintage, inspirado en Bowie y en las figuras femeninas de los años 60’s y ese gusto se retrata en este álbum impecablemente. Un álbum imperdible en este 2021.
Paula Pera y el fin de los tiempos
Lo dice el nombre y lo confirman las melodías. La propuesta musical de Paula Pedraza es una palmadita en la espalda cuando eventos desafortunados –pandemia, conflictos, catástrofes, crisis existencial– se apoderan súbita y colectivamente de la humanidad. Junto a Pablo Escallón, con quien ha venido pensando y desarrollando la idea, definen a Paula Pera y el fin de los Tiempos como un proyecto de nostalgia-pop y dream-pop latinoamericano: una mezcla de guitarras acústicas, percusiones suaves y la dulcísima y entrañable voz de Paula que dan como resultado un ambiente reconfortante, cálido y reparador. El vídeo del primer sencillo “El fin de los tiempos” fue rodado en Zipaquirá con la ayuda de familiares, amigos y el apoyo de la productora Surfeando Dinosaurios con quienes pudieron desarrollar un producto audiovisual tan íntimo y profundo como la propia canción; en él, un apocalíptico trasfondo acompaña a una pareja que, con tranquilidad y suavidad, se entrega al baile esperando la muerte y el amor.
Dentro de esta selección, Paula Pera se lleva el premio al proyecto más bonito y, al mismo tiempo, a uno de los más prometedores en tiempos venideros. Lo mejor, además, es que apenas comenzamos a degustar este trabajo y probablemente tengamos un EP o un álbum entre finales del 2021 e inicios de 2022. Por lo pronto, podemos esperar el lanzamiento del próximo sencillo “MaPa” que ya tiene sesión acústica en Youtube, o pueden también echarle una oidita a la colaboración que hizo con Esteman. Momento perfecto para escucharlo: cuando esté solito y se sienta como el meme del perro tomando tecito mientras todo se incendia a su alrededor.
Spirit of the beehive - Entertainment, death
A la mayoría de humanos nos resulta muy difícil soñar con música por mucho que esta nos apasione. De hecho, algunos estudios han sugerido que sólo los músicos logran tener sueños concurrentes con sonidos claros en ellos, pero si sueños y pesadillas tuvieran una banda sonora, Entertainment, Death de Spirit of the beehive, sería un disco muy recurrente en más de un cerebro. Y es que esta banda oriunda de Filadelfia , aunque joven, va por su cuarto álbum de estudio y en este trabajo se pasea libremente por el indie, el dream pop, el rock, la psicodelia y , sobre todo, entre sonidos transgresores y disonantes con los que experimentan para crear a través de 11 canciones toda un relato musical. El viaje que se tiene a través de este álbum le va bien a los sueños porque se acerca bastante al género literario “Kmart-realism” o “realismo sucio” en el que el consumismo y la desolación son protagonistas y dejan un halo de incomodidad y desolación, pero en este caso, también de satisfacción al mezclar imágenes y sonidos que, aunque raros, se complementan con melodías que terminan siendo placenteras y extrañamente armoniosas.
El álbum completo merece estar dentro de los mejores del 2021, pero I suck the devil’s cock es, tal vez, la canción que más logra definirlo en conjunto. Al mejor estilo de Siberian Breaks de MGMT (y de otras tantas canciones largas) la canción se divide en cuatro partes que suman casi siete minutos de altos y bajos, sumando varias emociones al resultado final de la pieza. Si no les ha pasado ya que accidentalmente se quedan dormidos escuchando música y al menos la primera parte de sus sueños tiene que ver con lo que están escuchando, este álbum podría ser un buen fondo si quieren intentarlo.
Un idiota más - “Cómo curar un corazón roto”
Parece raro pensar que hay algo que se pueda extrañar de montar en Transmilenio o en bus (para aquellos que por la pandemia ya no tenemos que hacerlo), pero tan detestables medios de transporte también servían para tener un momento en el día para dedicarse únicamente a escuchar música y apreciar el paisaje capitalino que da para tantas y tan bonitas playlists. En los últimos años, esas playlists se han alimentado de un movimiento de bandas alternativas e independientes con sonidos que genuinamente se sienten bogotanos y que se han fortalecido gracias al trabajo colectivo entre ellos. Es dentro de ese movimiento, y con un sonido que se hace familiar desde la primera escucha, que está emergiendo una nueva propuesta bajo el nombre de Un idiota más.
El grupo formado por Jose Luis Rodríguez, Felipe Quintero y Andrés Barrero (a quien ya habíamos escuchado en NERDS), presentó el primer sencillo de una serie de canciones que estarán saliendo en los próximos meses y que, con un estilo definido como Indie pop de habitación, dejan ver desde ya una propuesta fresquita y muy probablemente, altamente dedicable. “Como curar un corazón roto”, con la que debutaron en plataformas digitales, es un tema que se siente, tanto en su grabación como en su letra, sincero y cercano, y con el que es fácil de empatizar porque al ser sencilla y directa, logra conectar con un público que quiere hablar de sus amores sin tantas vueltas ni pretensiones.
The Chemical brothers - “The darkness that you fear”
Casi alcanzamos a ver los Chemical Brothers en Colombia, casi vamos a los conciertos que habíamos planeado, nos faltó poquito para hacer muchas cosas antes de darnos cuenta de que todo iba a tomar el rumbo que tomó…. pero no fue así, y aunque en muchos lugares del mundo comienzan a salir de la emergencia sanitaria y empiezan a cantarle a la llegada del sol, en Colombia aún nos falta para vivir esa dicha. Aún así, y más con las cosas que hemos experimentado últimamente como país, nos merecemos disfrutar de canciones que nos llenen de esperanza y nos permitan sentir que pronto las cosas van a mejorar. Es por eso que el más reciente lanzamiento del icónico dúo inglés de electrónica, cae como aguapanela fría en el desierto porque, sin caer en lo empalagoso, nos regala una dosis justa de vibra positiva y buena energía.
La mezcla de la parte vocal (extraída de un programa infantil de los 70’s y de una canción de los Soul Brothers Six de los 60’s) y la música, que no suele tener pierde si viene de los Chemical Brothers, logra animar desde el inicio a quien la escuche. “Let your heart see the colours all around you, and the darkness that you feel will disappear, ill be loving you” es el estribillo que aunque simple y repetitivo, es efectivo en el mensaje que quiere comunicar. A la canción se le suma un vídeo hecho por Ruffmercy, que le agrega un tono nostálgico y ciertamente psicodélico a “The darkness that you fear” al combinar archivos fotográficos de festivales y conciertos con animaciones agregadas manualmente que buscan mostrar la relación entre el caos y las emociones. Fans o no de la electrónica, este es un imperdible del 2021.
Por: Lina Rodríguez