Andrés Kogan es un sociólogo chileno Diplomado en Educación para el Desarrollo Sustentable. Aquí su columna "Francia Márquez y el derecho de vivir en paz en Colombia". Para contestar la columna envíe su propuesta a periodicoeluniandino@gmail.com.
A menos de un mes de que se realice en Colombia la consulta presidencial, son quince precandidatos los que estarán presentes este domingo 13 de marzo e irán a través de tres alianzas políticas: el Pacto Histórico, la Coalición Centro Esperanza y el Equipo por Colombia.
En el caso del Pacto Histórico, si bien Gustavo Petro sigue liderando las encuestas para ser el candidato elegido, la presencia de Francia Márquez está creciendo con cada vez más fuerza, que en el caso de salir victoriosa, podría generar una ruptura con la política tradicional en Colombia, como nunca se ha visto antes. Planteo esto, ya que la historia de lucha de Francia Márquez contra el racismo, el patriarcado y el extractivismo en Colombia, la convierten en un símbolo para los millones de colombianos y colombianas que han sufrido el despojo, la violencia y las políticas de muerte en aquel país que se levantó fuertemente durante la revuelta popular del 2021.
Nacida en el norte del Departamento del Cauca, madre cabeza de familia, lideresa afrodescendiente y abogada, Francia Márquez ha dado literalmente su vida como activista por los derechos humanos y de la naturaleza, dentro de un país que lleva un conflicto armado de 60 años que ha dejado más de 200.000 muertos y 8 millones de desplazados. De ahí su lucha contra la minería ilegal y su defensa de los ríos y montañas del Cauca, que la han hecho ser una referente socioambiental no sólo en Colombia, sino en toda la región y en el mundo, lo que la llevó en el año 2018 a recibir el Premio Medioambiental Goldman.
Destaca también por su enorme lucha por los derechos de las mujeres y de las comunidades indígenas y afrodescendientes, en donde la justicia racial, de género, ambiental y económica ha sido siempre su horizonte a construir de manera colectiva y entrelazadamente.
No debe sorprender entonces que Francia Márquez apueste por una mirada descolonizadora de la vida, desde el pluriverso, como nos ha enseñado el maestro colombiano Arturo Escobar, a través de filosofías otras, como lo es el Ubuntu por ejemplo, reivindicada por ella a través de la frase “Soy porque somos”. En el caso de ser elegida como candidata por el Pacto Histórico, Colombia tendría como líder a una persona proveniente de las mismas comunidades, territorios y movimientos sociales que su pueblo, y no a una salida de las élites, que por acción u omisión han obstaculizado un acuerdo por la paz histórico e inédito en Colombia, el cual creo se encuentra en serio peligro de fracasar.
Lamentablemente la guerra no ha parado en Colombia, todo lo contrario. Se evidencia con los datos entregados por el INDEPAZ (Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz) que muestra cómo tan solo en el 2022, ha habido 19 masacres y 82 víctimas. En la misma línea, Colombia sigue siendo el país con más asesinatos de defensores del medioambiente en el mundo, por sobre países como México y Filipinas, como bien plantean año a año los informes de Global Witness.
Por lo mismo, la candidatura de Francia Márquez es una voz de esperanza entre tanto miedo y muerte, en un país y una democracia secuestrada por la guerrilla, el paramilitarismo, el narcotráfico, el ejército y una ultra derecha fanática, liderada por Álvaro Uribe, la cual solo ha traído más muertes en Colombia.
Ante esto, contrastan sus planteamientos con respecto al necesario fin de la guerra contra las drogas y el terrorismo, instalada brutalmente por Estados Unidos a través del Plan Colombia en 1999. Esta guerra, durante todos estos años solo ha aumentado la sangre en los territorios, siendo las mujeres, los indígenas, los afrodescendientes y los campesinos quienes han sido más desplazados y asesinados.
Asimismo, para acabar con el hambre de manera sostenible junto a los territorios, se hace fundamental su propuesta sobre fortalecer la agroecología e impulsar la soberanía alimentaria, la cual debe ir acompañada de la erradicación de estructuras racistas y patriarcales, que han negado, en palabras de Francia Márquez, la posibilidad de “permitirle a Colombia vivir sabroso, vivir en paz, tranquilos, con alegría, con amor”.
Por último, queda señalar que Colombia es un país demasiado importante para el futuro de la Tierra, en el contexto de la crisis climática actual, al ser uno de los lugares más biodiversos del planeta, por lo que más que una opción, se vuelve una necesidad de apoyar a una imprescindible por la vida como Francia Márquez en la próxima consulta presidencial.
Por: Andrés Kogan Valderrama, Sociólogo de la Universidad Central de Chile y Magíster en Comunicación y Cultura de la Universidad Nacional de Córdoba.
***Esta columna hace parte de la sección de Opinión y no representa necesariamente el sentir ni el pensar de El Uniandino.
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